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Génesis 6:6 - Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Se arrepintió, pues, de haber creado al hombre, y se afligió su corazón.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Entonces el Señor lamentó haber creado al ser humano y haberlo puesto sobre la tierra. Se le partió el corazón.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Y YHVH sintió pesar de haber hecho al ser humano en la tierra, y se entristeció en su corazón.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 se arrepintió Yahveh de haber hecho al hombre en la tierra, se dolió en su corazón,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le pesó en su corazón.

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Génesis 6:6
34 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pero ellos lo desobedecieron, y como causaban pena a su Espíritu Santo, se convirtió en su enemigo y él mismo les hizo la guerra.


Me pesa de haber dado la realeza a Saúl, porque se apartó de mí y no obedeció mis órdenes'. Samuel se sintió muy disgustado por eso y suplicó a Yavé toda la noche.


No entristezcan al Espíritu santo de Dios; éste es el sello con el que ustedes fueron marcados y por el que serán reconocidos en el día de la salvación.


durante cuarenta años. Por eso me cansé de aquella generación y dije: 'Siempre andan extraviados, no han conocido mis caminos.


El que es la Gloria de Israel no puede mentir ni arrepentirse'.


El ángel exterminador extendió su mano hacia Jerusalén, pero Yavé se arrepintió del mal y dijo al ángel exterminador: '¡Detente! ¡Retira tu mano!' El ángel de Yavé estaba en ese momento cerca de la era de Arauna el jebuseo.


Dios no es un hombre para que mienta, ni es un hijo de hombre para volver atrás. ¿Dice él algo sin que lo haga? ¿O habla sin que actúe?


Al ver Dios lo que hacían y cómo se habían arrepentido de su mala conducta, se arrepintió él también y no los castigó como los había amenazado.


Rasguen su corazón, y no sus vestidos, y vuelvan a Yavé su Dios, porque él es bondadoso y compasivo; le cuesta enojarse, y grande es su misericordia; envía la desgracia, pero luego perdona.


Así, pues, Yavé renunció a destruir a su pueblo, como lo había anunciado.


Les responderás: 'Tan cierto como que soy vivo, palabra de Yavé, que no deseo la muerte del malvado sino que renuncie a su mala conducta y viva. Dejen, dejen el camino que han tomado: ¿para qué morir, casa de Israel?'


¿Acaso lo hicieron morir por eso Ezequías, rey de Judá, y su pueblo? Más bien temieron a Yavé e imploraron su perdón, hasta lograr que retirara el mal con que los había amenazado. Y nosotros, ¿cómo podríamos actuar de otra manera y cargar con un crimen?'


Yavé mandó un Angel contra Jerusalén para destruirla; pero cuando ya lo estaba haciendo Yavé miró y se arrepintió del mal y dijo al Angel exterminador: 'Basta ya, retira tu mano. El Angel de Yavé estaba junto a la era de Ornán el jebuseo.


Si hubieras estado atento a mis leyes, la dicha te habría inundado como un río. Habrías sido fuerte como las olas del mar,


se acordaba de su alianza con ellos y se compadecía según su gran amor.


Samuel no volvió a ver más a Saúl hasta el día de su muerte, pues se sentía molesto por el hecho de que a Yavé ahora le pesaba haber hecho a Saúl rey de Israel.


Porque Yavé hará justicia a su pueblo y se apiadará de sus siervos, cuando vea que su fuerza se agota, que no queda ya ni hombre libre ni esclavo.


Si fueran inteligentes, lo entenderían, y sabrían en qué van a parar:


¡Ojalá que siempre tengan el mismo espíritu, me teman y guarden todos mis preceptos!, pues entonces les iría bien a ellos y a sus hijos eternamente.


son las cosas buenas y los dones perfectos los que proceden de lo alto y descienden del Padre que es luz; allí no retornan las noches ni pasan las sombras.


¿Quiénes son los que cansaron a Dios durante cuarenta años? Los que habían pecado, por lo que perecieron y sus cadáveres quedaron en el desierto.


Porque yo, Yavé, en nada he cambiado; igual que ustedes, hijos de Jacob que todavía no terminan...


¿Cómo voy a dejarte abandonado, Efraím? ¿Cómo no te voy a rescatar, Israel? ¿Será posible que te abandone como a Adma o que te trate igual que a Seboím? Mi corazón se conmueve y se remueven mis entrañas.


Vi a los traidores y me dieron asco, pues no respetan tu palabra.


Juró el Señor y no ha de retractarse: 'Tú eres para siempre sacerdote a la manera de Melquisedec'.


Cuarenta años me disgustó esa gente y yo dije: 'Son un pueblo que siempre se escapa, que no han conocido mis caminos'.


Ah, si mi pueblo me escuchara, si Israel fuera por mis caminos,


¡Cuántas veces lo desafiaron en el desierto y lo enervaron en esa soledad!


Porque Dios no se arrepiente de su llamado ni de sus dones.


Dijo: 'Borraré de la superficie de la tierra a esta humanidad que he creado, y lo mismo haré con los animales, los reptiles y las aves, pues me pesa haberlos creado.


A veces yo hablo respecto de algún reino o de alguna nación, amenazando con destruir y arrancar.


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