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Génesis 37:29 - Biblia Católica (Latinoamericana)

29 Al regresar Rubén al pozo, ya no encontró a José. Rasgó sus vestidos

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Biblia Reina Valera 1960

29 Después Rubén volvió a la cisterna, y no halló a José adentro, y se rasgó los vestidos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

29 Tiempo después, Rubén regresó para sacar a José de la cisterna. Cuando descubrió que José no estaba allí, se rasgó la ropa en señal de lamento.

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La Biblia Textual 3a Edicion

29 Cuando Rubén volvió a la cisterna, he aquí que José no estaba en la cisterna. Entonces rasgó sus vestidos,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 Cuando Rubén volvió a la cisterna y vio que José no estaba en ella, rasgó sus vestiduras

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

29 Y Rubén volvió al pozo, y he aquí, José no estaba en el pozo, y rasgó sus vestiduras.

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Génesis 37:29
14 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Entonces Job se levantó y rasgó su manto. Luego, se cortó el pelo al rape, se tiró al suelo y, echado en tierra,


Jacob desgarró sus vestidos, se vistió con un sayal, e hizo duelo por su hijo durante muchos días.


Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefoné, que habían formado parte de los espías, rasgaron sus ropas.


Entonces rasgaron sus ropas, y cargando cada uno su burro, volvieron a la ciudad.


Al escuchar esto, Bernabé y Pablo rasgaron sus vestidos para manifestar su indignación y se lanzaron en medio de la gente gritando:


Rasguen su corazón, y no sus vestidos, y vuelvan a Yavé su Dios, porque él es bondadoso y compasivo; le cuesta enojarse, y grande es su misericordia; envía la desgracia, pero luego perdona.


Apenas oyó esas palabras el rey Ezequías rasgó su ropa, se cubrió con un saco y se dirigió a la casa de Yavé.


Cuando la vio, rasgó su ropa y dijo: '¡Ay, hija mía, me has destrozado! ¡Tú llegas para traerme la desgracia! Pues hice una promesa a Yavé, y ahora no puedo echarme atrás'.


Los hijos de Jacob respondieron a Siquem y a su padre Hamor. Les hablaron con engaño, porque Siquem había deshonrado a Dina, su hermana, y les dijeron:


David rasgó su ropa, y todos los que estaban con él hicieron lo mismo.


Tamar se echó ceniza en la cabeza, rasgó su túnica con mangas y se puso una mano en la cabeza, luego partió lanzando gritos.


Al leer la carta, el rey de Israel rasgó su ropa diciendo: '¿Acaso soy un dios para hacer morir o devolver la vida? ¡Ese me pide que le quite a éste la lepra! ¡Fíjense y díganme si esto no es más que para buscarme pelea!'


Y allí vio que el rey estaba de pie en el estrado como era costumbre, los jefes y los que tocaban la trompeta rodeaban al rey, y todo el pueblo estaba de fiesta y tocaban la trompeta. Entonces Atalía rasgó su vestido y exclamó: '¡Traición, traición!'


Ni el rey, ni ninguno de sus servidores se asustaron o se rasgaron las vestiduras al escuchar estas palabras.


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