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Génesis 35:2 - Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Llamó Jacob a toda su familia y a los que estaban con él y les ordenó: 'Arrojen lejos a los dioses extranjeros que tienen con ustedes. Purifíquense y cámbiense la ropa.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban: Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Entonces Jacob les dijo a todos los de su casa: «Desháganse de todos sus ídolos paganos, purifíquense y pónganse ropas limpias.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Entonces dijo Jacob a su casa y a todos los que estaban con él: Quitad los dioses extraños que hay entre vosotros, purificaos y mudad vuestras ropas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Dijo Jacob a los de su casa y a todos los que estaban con él: 'Retirad los dioses extranjeros que hay entre vosotros; purificaos y mudaos los vestidos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban: Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestras vestiduras.

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Génesis 35:2
58 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Moisés bajó del monte y lo consagró; lavaron sus ropas,


Yavé dijo a Moisés: 'Vuelve donde el pueblo y mándales que se purifiquen hoy y mañana; que laven sus ropas'


acérquense a Dios y él se acercará a ustedes. Purifíquense las manos, pecadores; santifiquen sus corazones, indecisos.


acerquémonos con corazón sincero, con fe plena, limpios interiormente de todo lo que mancha la conciencia y con el cuerpo lavado con agua pura.


Lancen lejos de ustedes todas las infidelidades que cometieron, háganse un corazón nuevo y un espíritu nuevo; ¿o es que quieren morir, gente de Israel?'


Los rociaré con un agua pura y quedarán purificados; los purificaré de todas sus impurezas y de todos sus inmundos ídolos.


Pues bien, dijo José, boten ahora los dioses extranjeros que tienen entre ustedes y vuelvan su corazón hacia Yavé, el Dios de Israel.


Pero si no quieren servir a Yavé, elijan ahora a quién servirán: o bien a los dioses a los que sus padres sirvieron más allá del Río, o bien a los dioses de los amoreos en el país donde viven. Lo que es yo y mi familia serviremos a Yavé'.


Pues lo he escogido para que ordene a sus hijos y a los de su raza después de él, que guarden el camino de Yavé y vivan según la justicia y haciendo el bien, para que Yavé cumpla con Abrahán todo lo que le ha prometido.


Teniendo, pues, tales promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de toda mancha del cuerpo y del espíritu, haciendo realidad la obra de nuestra santificación en el temor de Dios.


Samuel declaró a todo el pueblo de Israel: 'Si realmente ustedes quieren volver a Yavé, quiten de en medio de ustedes los dioses extranjeros y las Astartés. Pongan su corazón en Yavé y sólo sírvanlo a él; sólo así los librará de las manos de los filisteos'.


Despertaron sus celos con dioses ajenos, lo irritaron con sus ídolos.


pero Raquel había tomado los ídolos familiares y colocándolos debajo de la montura del camello se sentó encima mientras Labán registraba toda su tienda y no encontraba nada.


Aprovechando que Labán había salido a esquilar su rebaño, Raquel robó los ídolos familiares que su padre tenía en casa.


a unos los salvarán arrancándolos del fuego eterno; con otros deberán actuar con mucho cuidado, sin tocar ni siquiera sus ropas por miedo a la contaminación.


En otros tiempos no conocían a Dios y sirvieron a los que no son dioses;'


No se hagan servidores de ídolos, igual que algunos de ellos, como dice la Escritura: El pueblo se sentó a comer y a beber y se levantaron para divertirse.


Pero como ustedes mismos pueden ver y oír, ese Pablo ha cambiado la mente de muchísimas personas, no sólo en Efeso, sino en casi toda la provincia de Asia. Según él, los dioses no pueden salir de manos humanas.


El rey y sus altos funcionarios, sus mujeres y sus concubinas los tomaron para beber en ellos: tomaron vino a la salud de sus dioses de oro, de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra.


Les había dicho: Lancen lejos de ustedes esas cosas que los seducen, no se ensucien con los ídolos de Egipto: yo soy Yavé su Dios.


¿Puede un hombre fabricarse sus dioses? ¡Qué va, ésos no son dioses!


¡Ah!, tus adulterios y tus gritos de placer, tu descarada prostitución, en los cerros y en los campos, todas tus monstruosidades, yo las he visto. Desgraciada Jerusalén, ¿hasta cuándo, todavía, estarás impura?


¿Cómo te voy a perdonar? Tus hijos me han abandonado tomando por Dios a los que no lo son. Cuando cuidaba que nada les faltara, ellos se entregaron al adulterio. Juntos acudían a la casa de las prostitutas.


¡Apártense!, ¡apártense! salgan de aquí, y déjense de tocar cosas impuras. Salgan de Babilonia y purifíquense ustedes que llevan los vasos sagrados de Yavé.


¡Lávense, purifíquense! no me hagan el testigo de sus malas acciones,


No hables demasiado rápido, no te precipites en tu decisión cuando te comprometas delante de Dios, porque Dios está en el Cielo y tú, en la tierra: no te comprometas demasiado.


Tú ves que malo soy de nacimiento, pecador desde el seno de mi madre.


Una vez terminados los días de esos banquetes, Job los mandaba a llamar para purificarlos; se levantaba muy temprano y ofrecía sacrificios por cada uno de ellos, pues decía: 'Puede que mis hijos hayan pecado y ofendido a Dios en su corazón. Así hacía Job.


No existen esos dioses de las gentes: no son más que ídolos. Fue el Señor quien hizo los cielos.


Pero cada pueblo se hacía sus propios dioses y los ponía en las ermitas de los Altos Lugares que habían construido los samaritanos, cada pueblo lo hacía en las ciudades donde vivía.


Eliseo le mandó decir por medio de un mensajero: 'Ve a bañarte siete veces en el Jordán y tu carne será como antes y quedarás saño'.


Y ¿quién es como tu pueblo Israel? ¿Hay otra nación en la tierra que haya sido comprada por un Dios para hacerla su pueblo, para darle un nombre, para ejecutar en favor de ella grandes y terribles cosas y para expulsar ante ese pueblo a las demás naciones con sus dioses?


Noemí le dijo entonces: '¿Por qué no te vas también tú con tu cuñada, y así regresas a tu casa y a tus dioses?'


Hicieron desaparecer de sus casas los dioses extranjeros y sirvieron a Yavé. Entonces Yavé no aguantó más el sufrimiento de Israel.


Si abandonan a Yavé para servir a dioses extranjeros, él también cambiará: les hará el mal y los exterminará después de haberles hecho el bien'.


Josué dijo entonces a todo el pueblo: 'Esto es lo que Yavé, el Dios de Israel, les manda decir: Sus padres vivían más allá del Río, y servían a otros dioses: acuérdense de Teraj, padre de Abrahán y padre de Najor,


no se mezclen con los pueblos que quedaron entre ustedes. No invoquen el nombre de sus dioses y no juren por ellos; no les sirvan ni se postren ante ellos.


maldición, si desobedecen dichos mandamientos y se desvían del camino que yo ahora les muestro, para seguir a dioses extraños que no son suyos.


Ustedes quemarán las imágenes de sus dioses y no codiciarán el oro ni la plata que los recubre. No lo tomes para ti, no sea que te quedes atrapado: debes saber que Yavé lo odia. Nada de esto entrará en tu casa, no sea que te vuelvas maldición, como ello es maldición.


No vayas tras dioses extraños, tras los dioses de los pueblos que te rodean,


Después de lavar sus vestidos el día séptimo, quedarán puros y podrán volver al campamento.


Si no los lava ni se baña, cargará con su falta.


Quien toque esta cama deberá lavar sus vestidos y luego bañarse, y quedará impuro hasta la tarde.


Cumplan todas estas cosas que les he dicho. No invoquen a dioses extranjeros, ni siquiera los nombren.


Mientras Israel moraba en aquella tierra, ocurrió que Rubén se acostó con Bilá, concubina de su padre, e Israel llegó a saberlo.


La vio Siquem, hijo de Hamor el jeveo, príncipe de aquella tierra, y la tomó; se acostó con ella y la violó.


Pero si te has ido porque echabas de menos a la casa de tu padre, ¿por qué me has robado mis dioses?'


Sí, respondió, en son de paz. He venido a ofrecer un sacrificio a Yavé. Purifíquense y vengan conmigo al sacrificio'. Fue a purificar a Jesé y a invitarlo al sacrificio junto con sus hijos.


¡Ahora, pues, teman a Yavé! ¡Sírvanle con sinceridad y fidelidad! ¡Eliminen los dioses a los que sus padres sirvieron tanto más allá del Río como en Egipto, y sirvan a Yavé!


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