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Génesis 1:14 - Biblia Católica (Latinoamericana)

14 ' Dijo Dios: 'Haya lámparas en el cielo que separen el día de la noche, que sirvan para señalar las fiestas, los días y los años,

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Biblia Reina Valera 1960

14 Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Entonces Dios dijo: «Que aparezcan luces en el cielo para separar el día de la noche; que sean señales para que marquen las estaciones, los días y los años.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Y dijo ’Elohim: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para diferenciar entre el día y la noche, y sirvan para señales, y para las estaciones,° y para días y años,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Dijo Dios: 'Haya lumbreras en la bóveda celeste que separen el día de la noche, señalen las festividades, los días y los años

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

14 Y dijo Dios: Haya lumbreras en el firmamento del cielo para separar el día de la noche; y sean por señales, y para las estaciones, y para días y años;

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Génesis 1:14
43 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Cuando mires al cielo y veas el sol, la luna, las estrellas y todos los astros del firmamento, no te dejes arrastrar a adorarlos como dioses y a servirlos, pues Yavé, tu Dios, dejó que fueran la parte de los demás pueblos,


Así se expresa Yavé, que ha puesto el sol para alumbrar el día, la luna y las estrellas para iluminar la noche, que agita el mar y hace bramar sus olas, y que se llama Yavé de los Ejércitos:


Alábenlo el sol y la luna, alábenlo todos los astros de luz;'


los puso por los siglos de los siglos bajo una ley que nunca cambiará.


El llama a las aguas del mar y las derrama por la superficie de la tierra; pues su Nombre es Yavé.


Así habla Yavé: 'No se acostumbren al proceder de los paganos ni teman las señales del cielo, aunque a ellos les asusten.


Que suene el cuerno para el primero del mes, para la luna llena, el día de nuestra fiesta.


Mientras dure la tierra, habrá siembra y cosecha, pues nunca cesarán ni el frío ni el calor, ni el verano ni el invierno ni los días ni las noches.


Pongan la cara hacia arriba y miren: ¿Quién ha creado todos esos astros? El, él mismo, que hace salir en orden su ejército, y que llama a cada estrella por su nombre. Su fuerza es tan grande y su poder tan inmenso, que ninguna se hace la desentendida.


Después de esos días de angustia, el sol se oscurecerá, la luna perderá su brillo, caerán las estrellas del cielo y se bambolearán los mecanismos del universo.


En ese día, dice Yavé, yo mandaré ponerse el sol en pleno mediodía y las tinieblas se extenderán sobre la tierra en día claro.


¡Al verlos tiembla la tierra, se estremecen los cielos, el sol y la luna se oscurecen y las estrellas pierden su brillo!


Si ustedes pudieran alterar el orden acordado por mí entre el día y la noche, de tal manera que no sea de día o de noche cuando corresponda,


Y mi visión continuó. Cuando el Cordero abrió el sexto sello, se produjo un violento terremoto, el sol se puso negro como vestido de luto, la luna entera se tiñó como de sangre


preguntando: '¿Dónde está el rey de los judíos recién nacido? Porque hemos visto su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo.


Esto dice Yavé: La puerta del patio interior que da al oriente permanecerá cerrada durante los seis días laborables; se la abrirá el día sábado y también el día de la luna nueva.


Mas Yavé sostiene: Si no es cierto que yo hice el día y la noche, ni establecí leyes para el cielo y la tierra,


Si ni la luna es clara, ni las estrellas son puras a sus ojos,


Pongo mi arco en las nubes para que sea una señal de mi alianza con toda la tierra.


Tocó el cuarto ángel su trompeta, y quedó afectada la tercera parte del sol, de la luna y de las estrellas: perdieron un tercio de su claridad, la luz del día disminuyó un tercio, y lo mismo la de la noche.


En ese momento la cortina del Templo se rasgó por la mitad,


Después de esa angustia llegarán otros días; entonces el sol dejará de alumbrar, la luna perderá su brillo,


El día de la luna nueva ofrecerá un novillo, seis corderos y un carnero sin defecto.


y que se mantiene por tu decisión, pues el universo es tu servidor.


¿Se pueden acaso contar sus tropas? ¿Sobre quién su luz no se levanta?


Que no se vean las estrellas de su aurora; que espere en vano la luz, y no vea el despertar de la mañana,


Abrió, pues, el pozo del abismo, y del pozo subió una humareda como la de un horno inmenso que oscureció el sol y el aire.


Y atardeció y amaneció: fue el día Tercero.


y que brillen en el firmamento para iluminar la tierra.' Y así sucedió.


¡Aleluya! ¡Alaben a Dios en su santuario, alábenlo en el firmamento de su poder!


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