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Gálatas 5:1 - Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Cristo nos liberó para ser libres. Manténganse, pues, firmes y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Por lo tanto, Cristo en verdad nos ha liberado. Ahora asegúrense de permanecer libres y no se esclavicen de nuevo a la ley.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Para la libertad nos libertó el Mesías;° estad, pues, firmes, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Cristo nos liberó para que vivamos en libertad. Manteneos, pues, firmes; y no os dejéis sujetar de nuevo al yugo de la esclavitud.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres; y no os sujetéis de nuevo al yugo de esclavitud.

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Gálatas 5:1
42 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

El Señor es espíritu, y donde está el Espíritu del Señor hay libertad.


Nuestra vocación, hermanos, es la libertad. No hablo de esa libertad que encubre los deseos de la carne, sino del amor por el que nos hacemos esclavos unos de otros.


Sean libres, pero no hagan de la libertad un pretexto para hacer el mal. Sean libres como servidores de Dios.


El pecado ya no los volverá a dominar, pues no están bajo la Ley, sino bajo la gracia.


En Cristo Jesús la ley del Espíritu de vida te ha liberado de la ley del pecado y de la muerte.


pero si ahora conocen a Dios o, más bien, Dios los ha conocido a ustedes, ¿cómo pueden volver a normas y principios miserables y sin fuerza? ¿Quieren ser de nuevo sus esclavos?


Sigamos profesando nuestra esperanza sin que nada nos pueda conmover, ya que es digno de confianza aquel que se comprometió.


y esto a pesar de que había intrusos, pues unos falsos hermanos se habían introducido para vigilar la libertad que tenemos en Cristo Jesús y querían hacernos esclavos (de la Ley).


Hermanos, nosotros somos hijos de la mujer libre y no de la esclava.


Recuerda lo que recibiste y oíste, ponlo en práctica y arrepiéntete. Porque si no te mantienes despierto vendré como un ladrón, sin que sepas a qué hora te sorprenderé.


Prometen libertad, cuando ellos mismos son esclavos de la corrupción, pues cada uno es esclavo de aquello que lo domina.


Estén alerta, manténganse firmes en la fe, sean hombres, sean fuertes.


Pero ahora hemos muerto a lo que nos tenía aprisionados, y la Ley ya no vale para nosotros. Ya no estamos sirviendo a una ley escrita, cosa propia del pasado, sino al Espíritu: esto es lo nuevo.


Y, liberados del pecado, se hicieron esclavos del camino de justicia.


¡El Espíritu del Señor Yavé está sobre mí! sepan que Yavé me ha ungido. Me ha enviado con un buen mensaje para los humildes, para sanar los corazones heridos, para anunciar a los desterrados su liberación, y a los presos su vuelta a la luz.


¿Quieren ustedes mandar a Dios ahora? ¿Por qué quieren poner sobre el cuello de los discípulos un yugo que nuestros padres no fueron capaces de soportar, ni tampoco nosotros?


El que recibió la llamada del Señor siendo esclavo es un cooperador libre del Señor. Y el que fue llamado siendo libre se hace esclavo de Cristo.


Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renueva en mi interior un firme espíritu.


Compra la verdad, no la revendas; adquiere la sabiduría, la instrucción y la inteligencia.


Amadísimos, tenía un gran deseo de escribirles acerca de nuestra común salvación, y me sentí obligado a hacerlo para exhortarlos a luchar por la fe que Dios entregó de una vez para siempre a sus santos.


Solamente procuren que su vida esté a la altura del Evangelio de Cristo. Permanezcan firmes en un mismo espíritu y luchen con un solo corazón por la fe del Evangelio. Ojalá lo pueda comprobar si voy donde ustedes y, si no voy, pueda al menos oírlo.


Tomen la verdad como cinturón y la justicia como coraza;'


Pero mantengan lo que tienen hasta que yo venga.


Tenemos, pues, un sumo sacerdote excepcional, que ha entrado en el mismo cielo, Jesús, el Hijo de Dios. Esto es suficiente para que nos mantengamos firmes en la fe que profesamos.


Hemos pasado a ser solidarios de Cristo, pero con tal de que mantengamos hasta el fin nuestra convicción del principio.


Cristo, en cambio, está en su casa como el Hijo, y nosotros somos la gente de su casa, con tal que sigamos esperando con firmeza y entusiasmo.


Por lo tanto, hermanos, manténganse firmes y guarden fielmente las tradiciones que les enseñamos de palabra o por carta.


si están firmes en el Señor, nosotros volvemos a vivir.


En cambio, la Jerusalén de arriba es libre y es nuestra madre.


Pero al llegar la fe, ya no obedecemos a la que nos llevaba al maestro.


Así, pues, hermanos míos muy amados, manténganse firmes y no se dejen conmover. Dedíquense a la obra del Señor en todo momento, conscientes de que con él no será estéril su trabajo.


Preparan pesadas cargas, muy difíciles de llevar, y las echan sobre las espaldas de la gente, pero ellos ni siquiera levantan un dedo para moverlas.


Mientras éste vivía, cometía un adulterio entregándose a otro; pero, muerto el esposo, queda libre de sus deberes, y si se entrega a otro hombre, no será un adulterio.


Entonces no vuelvan al miedo; ustedes no recibieron un espíritu de esclavos, sino el espíritu propio de los hijos, que nos permite gritar: ¡Abba!, o sea: ¡Papá!'


Les gusta que los traten como esclavos, que los exploten, los roben, los traten con desprecio y los golpeen en la cara.


Pongan el vino nuevo en envases nuevos.


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