Gálatas 4:19 - Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁹ Hijitos míos, de nuevo sufro por ustedes dolores de alumbramiento, hasta que Cristo haya tomado forma en ustedes.

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Biblia Reina Valera 1960

¹⁹ Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁹ ¡Oh mis hijos queridos! Siento como si volviera a sufrir dolores de parto por ustedes, y seguirán hasta que Cristo se forme por completo en sus vidas.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁹ Hijos míos, por quienes sufro otra vez dolores de parto, hasta que el Mesías sea formado en vosotros.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁹ Hijos míos, a quienes de nuevo estoy dando a luz con dolor, hasta que Cristo sea formado en vosotros.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹⁹ Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,

Gálatas 4:19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Romanos 8:29

A los que de antemano conoció, también los predestinó a ser como su Hijo y semejantes a él, a fin de que sea el primogénito en medio de numerosos hermanos.

Efesios 4:13

hasta que todos alcancemos la unidad en la fe y el conocimiento del Hijo de Dios y lleguemos a ser el Hombre perfecto, con esa madurez que no es menos que la plenitud de Cristo.

Romanos 13:14

Más bien revístanse del Señor Jesucristo, y no se dejen arrastrar por la carne para satisfacer sus deseos.

Efesios 4:24

Revístanse, pues, del hombre nuevo, el hombre según Dios que él crea en la verdadera justicia y santidad.

Colosenses 4:12

Reciban saludos de su compatriota Epafras; es un buen servidor de Cristo Jesús que siempre está orando fervientemente por ustedes para que sean perfectos y produzcan todos los frutos que Dios desea.

Colosenses 3:10

y se revistieron del hombre nuevo que no cesa de renovarse a la imagen de su Creador hasta alcanzar el perfecto conocimiento.

Filipenses 2:5

Tengan unos con otros las mismas disposiciones que estuvieron en Cristo Jesús:

Santiago 1:18

Muy libremente nos dio vida y nos hizo hijos suyos mediante la palabra de la verdad, para que fuéramos la flor de su creación.

Filemón 1:10

y la petición es para mi hijo Onésimo, a quien transmití la vida mientras estaba preso.

Colosenses 1:27

Quiso darles a conocer la gloria tan grande que su plan misterioso reservaba a las naciones paganas. ¡Ustedes tienen a Cristo y esperan la Gloria!

Colosenses 2:1

Quiero que sepan cuán duro es el combate que debo soportar por ustedes, por los de Laodicea y por tantos otros que jamás me han visto.

Filipenses 2:17

Y aunque deba dar mi vida por su fe, que vale más que cualquier celebración y sacrificio, me siento feliz y me alegro con todos ustedes.

Filipenses 1:8

Bien sabe Dios que la ternura de Cristo Jesús no me permite olvidarlos.

Isaías 53:11

Después de las amarguras que haya padecido su alma, gozará del pleno conocimiento. El Justo, mi servidor, hará una multitud de justos, después de cargar con sus deudas.

1 Juan 5:21

Hijitos, guárdense de los ídolos.

1 Juan 2:12

Esto les escribo, hijitos: ustedes recibieron ya el perdón de sus pecados.

1 Juan 2:1

Hijitos míos, les he escrito esto para que no pequen; pero si uno peca, tenemos un defensor ante el Padre, Jesucristo, el Justo.

Hebreos 5:7

En los días de su vida mortal presentó ruegos y súplicas a aquel que podía salvarlo de la muerte; éste fue su sacrificio, con grandes clamores y lágrimas, y fue escuchado por su religiosa sumisión.

Tito 1:4

Te saludo, Tito, verdadero hijo mío en la fe que compartimos: recibe gracia y paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Salvador.

Filemón 1:19

Yo, Pablo, lo escribo y firmo de mi propia mano; yo te lo pagaré... sin hablar de la deuda que tienes conmigo, y que eres tú mismo.

1 Timoteo 1:2

a Timoteo, verdadero hijo mío en la fe. Recibe gracia, misericordia y paz de Dios Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor.

Lucas 22:44

Entró en agonía y oraba con mayor insistencia. Su sudor se convirtió en gotas de sangre que caían hasta el suelo.)

2 Corintios 12:14

Ahora por tercera vez me preparo para visitarlos, y tampoco seré para ustedes una carga, pues no me intereso por lo que tienen, sino por ustedes mismos; y no son los hijos los que deben juntar dinero para sus padres, sino los padres para sus hijos.

1 Tesalonicenses 2:7

a pesar de que, como apóstoles de Cristo, hubiéramos podido ser pesados. Por el contrario nos hicimos pequeños entre ustedes, imitando a la madre que juega con su criatura.

3 Juan 1:4

Nada me causa mayor alegría que el saber que mis hijos viven en la verdad.