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Filipenses 2:5 - Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Tengan unos con otros las mismas disposiciones que estuvieron en Cristo Jesús:

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Biblia Reina Valera 1960

5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Considerad° entre vosotros lo que hubo también en Jesús el Mesías,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Tened entre vosotros los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús:

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Haya, pues, en vosotros la misma mente que hubo también en Cristo Jesús;

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Filipenses 2:5
16 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

si alguien dice: 'Yo permanezco en él', debe portarse como él se portó.


Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy paciente y humilde de corazón, y sus almas encontrarán descanso.


Para esto han sido llamados, pues Cristo también sufrió por ustedes, dejándoles un ejemplo, y deben seguir sus huellas.


Dado que Cristo padeció en su carne, háganse fuertes con esta certeza: el que ha padecido en su carne ha roto con el pecado.


Hagan como yo, que no busco mi propio interés sino el de los demás, es decir, su salvación, y me esfuerzo por complacer a todos.


Sigan el camino del amor, a ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros, como esas ofrendas y víctimas cuyo olor agradable subía a Dios.


Que Dios, de quien procede toda perseverancia y consuelo, les conceda también a todos vivir en buen acuerdo, según el espíritu de Cristo Jesús.


Con este ejemplo les he enseñado claramente que deben trabajar duro para ayudar a los débiles. Recuerden las palabras del Señor Jesús: 'Hay mayor felicidad en dar que en recibir.


El mismo Cristo no hizo lo que le agradaba, como dice la Escritura: Los insultos de los que te insultaban cayeron sobre mí.


Porque ¿quién es más importante: el que está a la mesa o el que está sirviendo? El que está sentado, por supuesto. Y sin embargo yo estoy entre ustedes como el que sirve.


Entonces, si tú ofendes a tu hermano con lo que comes, ya no vives según el amor. No vayas a destruir con tu dieta a aquel por quien murió Cristo.


Jesús de Nazaret fue consagrado por Dios, que le dio Espíritu Santo y poder. Y como Dios estaba con él, pasó haciendo el bien y sanando a los oprimidos por el diablo.


Carta de Pablo y Timoteo, siervos de Cristo Jesús, a los filipenses, a todos ustedes, con sus obispos y sus diáconos, que en Cristo Jesús son santos.


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