12 Me apoderaré de sus despojos y reuniré un botín, extenderé mi mano sobre esas ruinas que se repoblaron, sobre ese pueblo que regresó de las naciones, que vive del pastoreo y del comercio y que vive en el ombligo de la tierra.
12 para arrebatar despojos y para tomar botín, para poner tus manos sobre las tierras desiertas ya pobladas, y sobre el pueblo recogido de entre las naciones, que se hace de ganado y posesiones, que mora en la parte central de la tierra.
12 Iré a esas ciudades que antes estaban desoladas y que ahora están repletas de gente que regresó del destierro de muchas naciones. Las saquearé y me llevaré un enorme botín porque ahora los habitantes son ricos en animales y en otras posesiones. ¡Piensan que el mundo gira a su alrededor!’.
12 Esto será para arrebatar despojos y alzarte con el botín, para poner tu mano sobre ruinas repobladas, y contra el pueblo ya recogido de entre las naciones, que reposeyó ganados y posesiones, y habita en el ombligo° de la tierra.
12 Irás para hacer botín y proceder al saqueo, para volver tu mano contra unas ruinas habitadas y contra un pueblo recogido de entre las naciones, que ha adquirido ganados y hacienda, y que habita en el centro de la tierra.
12 para arrebatar despojos y para tomar presa; para poner tu mano sobre las tierras desiertas ya pobladas, y sobre el pueblo recogido de entre las naciones, que ha adquirido ganados y bienes, que habita en medio de la tierra.
Después de siglos vas a recibir órdenes, después de muchos años te vas a poner en camino al país cuyos habitantes escaparon a la espada; fueron reunidos de numerosos pueblos en las montañas de Israel, las que estuvieron mucho tiempo abandonadas. Después que se separaron de los demás pueblos, viven todos en paz.
Por eso, esto dice Yavé: Entregaré Egipto en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia: cautivará a su pueblo, lo saqueará y repartirá los despojos, con eso sus tropas quedarán recompensadas
Yo lo he enviado
contra una nación impía,
contra un pueblo que me molesta,
para que lo saquee
y le quite todo lo que tiene
y lo pisotee como el polvo de las calles.
El ángel de Yavé hizo, por su parte, esta pregunta: 'Yavé de los Ejércitos, ¿hasta cuándo estarás sin compadecerte de Jerusalén y de las ciudades de Judá, a las que has castigado durante setenta años?'
extirparé de Asdod a todos sus pobladores y de Ascalón al que empuña el cetro; volveré luego mi brazo contra Ecrón y perecerán los que quedan de los filisteos, dice el Señor Yavé.
Sin embargo, todos los que te devoran serán devorados, todos tus opresores irán al destierro, todos tus saqueadores serán saqueados, y los que te desprecian pasarán a ser despreciados.
De nuevo tomó la palabra Gaal y le dijo: 'Distingo a una tropa que baja de tierra adentro. Y otro grupo viene por el camino de la Encina de los Astrólogos'.