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Ezequiel 33:2 - Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Hijo de hombre, dirás esto a los hijos de mi pueblo, les dirás: cuando hago que caiga la espada sobre un país, la gente de ese país eligen a alguien de entre ellos y lo ponen para que vigile.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo, y diles: Cuando trajere yo espada sobre la tierra, y el pueblo de la tierra tomare un hombre de su territorio y lo pusiere por atalaya,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 «Hijo de hombre, da este mensaje a tu pueblo: “Cuando yo envío a un ejército contra un país, los habitantes de ese país escogen a uno de los suyos para que sea el centinela.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo, y diles: Cuando Yo traiga la espada sobre la tierra, si el pueblo de la tierra escoge a un hombre de entre ellos y lo pone por atalaya,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 'Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo y diles: si yo traigo una espada contra un país, y la población del país toma a uno de los suyos y lo ponen de centinela;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo, y diles: Cuando trajere yo espada sobre la tierra, y el pueblo de la tierra tomare un hombre de sus términos, y lo pusiere por atalaya,

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Ezequiel 33:2
26 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Sabes muy bien, hijo de hombre, que los hijos de tu pueblo hablan de ti a lo largo de los muros y en las puertas de las casas, se dicen unos a otros: 'Vamos a escuchar lo que viene de Yavé.


Los hijos de tu pueblo dicen: 'La manera de ver que tiene Yavé no es la correcta', pero, más bien la de ellos es la incorrecta.


Imagínate que hago venir la espada en contra de ese país y que yo diga: ¡Arrase la espada con este país y mate a hombres y animales!


luego, anda, vuélvete donde los desterrados, donde la gente de tu pueblo. Les hablarás y les dirás: ¡Así habla Yavé...! te escuchen o no.


Levántate, espada, contra mi pastor y contra el hombre de mi parentela, exclama Yavé de los Ejércitos.


Pero más tarde te hablaré, te abriré la boca y les dirás: ¡Esto dice Yavé! que escuche el que quiere escuchar, y el que no quiere, que no escuche, puesto que es una raza de rebeldes.


Sobre tus murallas, Jerusalén, he puesto centinelas para que estén alerta día y noche. Ustedes, que deben recordárselo a Yavé, no se queden allí parados,


Efraím monta guardia ante mi Dios y el profeta trata de impedir que el enemigo llegue de sorpresa, anunciando el ataque contra el templo de sus ídolos.


Cuando los hijos de tu pueblo te digan: '¿Nos vas a explicar lo que eso significa?' les'


Les dirás a los hijos de tu pueblo: La justicia del justo no lo salvará si después se pone a pecar, y la maldad del malo no lo hará caer después que se haya apartado de su maldad; por la misma razón que el justo, vivirá.


A ti, hijo de hombre, te he puesto como centinela para la casa de Israel, apenas oigas que una palabra sale de mi boca, tendrás que advertírselo de mi parte.


Esto dice el Señor: He enviado en contra de Jerusalén a mis cuatro terribles castigos: la espada, el hambre, las fieras feroces y la peste, porque quiero acabar con hombres y animales.


Ya que ustedes temen a la espada, enviaré sobre ustedes la espada, palabra de Yavé.


Dirás: Montañas de Israel, escuchen la palabra de Yavé. Esto dice Yavé a las montañas y a las colinas, a las quebradas y a los valles: Enviaré en su contra la espada, voy a destruir sus Altos Lugares.


Frente a las murallas de Babilonia levanten banderas, refuercen la guardia, coloquen centinelas, preparen emboscadas, porque Yavé mismo pensó el plan, y ahora cumplirá lo que dijo contra los habitantes de Babilonia.


Pues Yavé abre el proceso de todas las naciones, pone pleito a todo mortal, y a los impíos los condena a la espada, dice Yavé.


Los saqueadores han subido a todas las alturas peladas del desierto, pues Yavé tiene una espada que devora de un extremo al otro del país y nadie se salvará.


traeré sobre ustedes la espada vengadora de mi alianza. Se refugiarán entonces en sus ciudades, pero yo enviaré la peste en medio de ustedes y serán entregados en manos del enemigo.


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