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Ezequiel 17:20 - Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Tenderé mi red a su paso y quedará atrapado en sus mallas ( ).

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Biblia Reina Valera 1960

20 Extenderé sobre él mi red, y será preso en mi lazo, y lo haré venir a Babilonia, y allí entraré en juicio con él por su prevaricación con que contra mí se ha rebelado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Arrojaré mi red sobre él y lo capturaré en mi trampa. Lo llevaré a Babilonia y lo juzgaré por haberme traicionado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Extenderé sobre él mi red, Y será prendido en mi lazo, Y lo haré venir a Babilonia, Y allí entraré en juicio con él por su infidelidad contra mí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Tenderé sobre él mi red, y quedará atrapado en mi lazo.' 'Lo llevaré a Babilonia y allí me presentaré a juicio con él por la infidelidad que cometió contra mí.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

20 Y extenderé sobre él mi red, y será preso en mi malla; y lo haré venir a Babilonia, y allí entraré a juicio con él, por su prevaricación con que contra mí se ha rebelado.

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Ezequiel 17:20
24 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pero extenderé mi red a su paso y caerá en ella; lo llevaré a Babilonia, al país de los caldeos, pero no verá esa tierra, y allí morirá.


Esto dice Yavé: Te echaré mi red y te arrastraré a la orilla con mis cuerdas.


Sin embargo, dices: 'Soy inocente ¿por qué no se aparta de mí la ira de Yavé?' Pues bien, aquí te voy a rebatir: Sí, tú pecaste.


Lo castigaré por la peste y la sangre, haré que caiga sobre él, su pueblo y los numerosos pueblos que lo acompañan, una lluvia torrencial, granizos, de fuego y azufre.


pues se cerrará como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra.


Escuchen, pues, montañas, la demanda de Yavé y sirvan de testigos los inconmovibles fundamentos de la tierra, pues Yavé tiene un pleito con su pueblo, se ha querellado con Israel:


Pero adondequiera que vayan yo les pondré una trampa; los haré caer como a las aves del cielo, como una red los atraparé para su desgracia.


Ustedes son los hijos del Dios vivo. Se reunirán los hijos de Judá y los de Israel bajo un solo jefe, y desbordarán los límites del país; porque el día de Jezrael será un gran día.


Nuestros perseguidores eran veloces, más que las águilas del cielo, nos perseguían por los montes, en el desierto nos armaban trampas. Nuestro rey, el ungido de Yavé, del que estábamos pendientes, quedó preso en sus redes; aquél de quien decíamos: A su sombra viviremos entre las naciones.


El fuego que lanzó de lo alto bajó hasta mis huesos; tendió una red a mis pies y me hizo caer de espaldas. Me dejó abandonada y siempre doliente.


Alguien sale como un león de la espesura del Jordán, y se dirige a un potrero siempre verde; así, en un abrir y cerrar de ojos los echaré de allí y colocaré a mi elegido. ¿Quién es, en efecto, como yo? ¿Quién podrá demandarme ante la justicia? ¿Dónde está el pastor capaz de hacerme frente?'


Por eso, les he metido pleito a esa gente, palabra de Yavé, y aún lo seguiré con los hijos de sus hijos.


Nadie sabe cuándo vendrá su hora: a los hijos de Adán los sorprende la desgracia como al pez que queda preso en la red o como el pájaro sobre el cual cae la trampa.


Estoy agotado, pero como un león me persigues, quieres demostrar tu superioridad;'


Entonces Yavé hizo venir sobre ellos a los jefes del ejército del rey de Asur, que apresaron a Manasés con ganchos, lo ataron con cadenas de bronce y lo llevaron a Babilonia.


Los hombres de David hallaron a Absalón por casualidad; iba montado en su mula y ésta pasó debajo de las ramas de una gran encina. Sus cabellos se enredaron en la encina y quedó colgando entre el cielo y la tierra mientras la mula seguía su carrera.


El rey Sedecías mandó a buscarlo y lo interrogó en secreto, en su palacio: '¿Acaso tienes una palabra de Yavé?' 'Sí', respondió Jeremías, y agregó: 'Serás entregado en manos del rey de Babilonia.


Convertiré al país en un desierto porque fueron infieles, palabra de Yavé.


Por eso, esto dice Yavé: Tan cierto como que yo estoy vivo, haré que recaiga sobre su cabeza mi juramento que despreció y mi alianza que rompió.


En cambio, si el justo se aparta de su justicia y se dedica a hacer el mal ( ), si comete las mismas fechorías que cometía el malo, serán dadas al olvido todas las obras de justicia que practicó. Morirá a causa de la infidelidad de la que se hizo culpable y del pecado que cometió.


Entregaré también a Sedecías, rey de Judá, y a sus oficiales en manos de sus adversarios, o sea, al ejército del rey de Babilonia que acaba de retirarse.


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