Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Ezequiel 16:43 - Biblia Católica (Latinoamericana)

43 Pero ya que no te acordaste de los días de tu juventud, sino que me provocaste de mil maneras, yo haré que recaiga sobre tu cabeza tu conducta, palabra de Yavé. ¿No siguieron a tus acciones vergonzosas los crímenes?

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

43 Por cuanto no te acordaste de los días de tu juventud, y me provocaste a ira en todo esto, por eso, he aquí yo también traeré tu camino sobre tu cabeza, dice Jehová el Señor; pues ni aun has pensado sobre toda tu lujuria.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

43 No obstante, primero, te daré tu merecido por todos tus pecados, porque no recordaste los días de tu juventud, sino que me hiciste enojar con todas esas maldades, dice el Señor Soberano. Pues a todos tus pecados detestables les sumaste actos depravados.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

43 °Por cuanto no te acordaste de los días de tu juventud, y me provocaste a ira con todas estas cosas, por eso, he aquí Yo también traeré tu conducta° sobre tu cabeza, dice Adonay YHVH, porque ni siquiera has meditado acerca de toda tu lujuria.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

43 Puesto que no te has acordado de los días de tu juventud y me has irritado con todas estas cosas, también yo haré recaer tu conducta sobre tu cabeza -oráculo del Señor Yahveh-, para que no cometas más tal infamia con todas tus abominaciones.'

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

43 Por cuanto no te acordaste de los días de tu juventud, y me provocaste a ira en todo esto, por eso, he aquí yo también haré recaer tu camino sobre tu cabeza, dice el Señor Jehová; y no cometerás esta lascivia además de todas tus abominaciones.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Ezequiel 16:43
22 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Entonces he desencadenado mi cólera contra ellos, los he exterminado con el fuego de mi furor y he hecho que recaiga sobre su cabeza su mal comportamiento, palabra de Yavé.


Pero a los que tienen su corazón apegado a sus inmundicias y a sus horrores, les costará cara su conducta, palabra de Yavé.


No se acordaron más de su poder, del día en que los libró del adversario,


Los sobrevivientes se acordarán de mí en medio de las naciones en las que yo quiero que sean prisioneros; romperé su corazón adúltero que se alejó de mí, y sus ojos adúlteros que miraban a los ídolos, tendrán vergüenza de sí mismos por todo el mal que hicieron y por los horrores que cometieron.


Pero ellos lo desobedecieron, y como causaban pena a su Espíritu Santo, se convirtió en su enemigo y él mismo les hizo la guerra.


Pero pronto se olvidaron de sus obras y no contaron con su providencia.


No entristezcan al Espíritu santo de Dios; éste es el sello con el que ustedes fueron marcados y por el que serán reconocidos en el día de la salvación.


Ustedes son un pueblo de cabeza dura, y la circuncisión no les abrió el corazón ni los oídos. Ustedes siempre resisten al Espíritu Santo, al igual que sus padres.


No se podrá escapar el hombre rápido, ni demostrar su fuerza el forzudo, ni salvar su vida el valiente.


Por eso, yo tampoco los perdonaré, mi ojo no tendrá piedad. Haré que su comportamiento recaiga sobre su cabeza.


¿Puede una joven olvidarse de sus adornos o una novia de su cinturón? Y, sin embargo, mi pueblo me ha olvidado, hace ya mucho tiempo.


Cuarenta años me disgustó esa gente y yo dije: 'Son un pueblo que siempre se escapa, que no han conocido mis caminos'.


¡Cuántas veces lo desafiaron en el desierto y lo enervaron en esa soledad!


Me pusieron celoso con lo que no es Dios, me molestaron con cosas que no sirven. Por eso yo los pondré celosos de una gente que no es pueblo, y los molestará una nación que no sirve.


Paga ahora tus pecados y tus crímenes, palabra de Yavé.


Por eso, esto dice Yavé: Tan cierto como que yo estoy vivo, haré que recaiga sobre su cabeza mi juramento que despreció y mi alianza que rompió.


Cayó sobre nosotros la desgracia como está escrito en la Ley de Moisés, pero no apaciguamos a Yavé nuestro Dios, renunciando a nuestra mala conducta y prestando atención a su verdad.


Yavé fue quien previó esa desgracia y la dejó caer sobre nosotros, porque Yavé es justo en todo lo que hace: no habíamos escuchado su voz.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម