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Ezequiel 14:14 - Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Imagínate que en ese país se encuentren estos tres hombres: Noé, Daniel y Job. Pues bien, lo digo yo, esos tres hombres salvarían su vida debido a su justicia, palabra de Yavé.

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Biblia Reina Valera 1960

14 si estuviesen en medio de ella estos tres varones, Noé, Daniel y Job, ellos por su justicia librarían únicamente sus propias vidas, dice Jehová el Señor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Aunque Noé, Daniel y Job estuvieran allí, su justicia los salvaría solo a ellos y no a ningún otro, dice el Señor Soberano.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 si en ella hubiera estos tres varones: Noé, Dan’el° y Job, ellos, por su justicia, librarían únicamente sus propias almas, dice Adonay YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 y estuvieran en él estos tres hombres, Noé, Daniel y Job, ellos, por su justicia, se salvarían a sí mismos -oráculo del Señor Yahveh.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

14 y aunque estuviesen en medio de ella estos tres varones, Noé, Daniel y Job, sólo ellos por su justicia librarían sus propias almas, dice el Señor Jehová.

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Ezequiel 14:14
26 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Si Noé, Daniel y Job estuvieran en ese país, por mi vida, dice Yavé, no salvarían ni hijos ni hijas, pero salvarían su vida a causa de su justicia.


Y me dijo Yavé: Aunque Moisés y Samuel vinieran en persona a rogar por este pueblo, mi corazón no se compadecería de él. ¡Echalos de mi presencia, que se vayan lejos!


Tú eres seguramente más sabio que Daniel, y ningún misterio te quedó grande.


Yavé dijo a Noé: 'Entra en el Arca, tú y tu familia, pues tú eres el único justo que he encontrado en esta generación.


Por mi vida, dice Yavé, si estos tres hombres estuvieran en ese país, no podrían salvar ni al hijo ni a la hija pero ellos salvarían su vida debido a su justicia.


Había en el país de Us un hombre llamado Job; era un varón perfecto que temía a Dios y se alejaba del mal.


Por la fe Noé escuchó el anuncio de acontecimientos que no se podían anticipar, y construyó el arca en que iba a salvarse con su familia. La fe de Noé condenaba a sus contemporáneos, y por ella alcanzó la verdadera rectitud, fruto de la fe.


El hombre me dijo: 'Daniel, toma en serio las palabras que te digo y manténte de pie, he sido enviado hasta ti porque tú eres amado de Dios'. Cuando me hubo hablado así, pude ponerme de pie aunque seguía temblando.


Una vez terminados los días de esos banquetes, Job los mandaba a llamar para purificarlos; se levantaba muy temprano y ofrecía sacrificios por cada uno de ellos, pues decía: 'Puede que mis hijos hayan pecado y ofendido a Dios en su corazón. Así hacía Job.


Noé, sin embargo, se había ganado el cariño de Yavé.


Por mi vida, dice Yavé, si esos tres hombres vivieran en este país, no podrían salvar ni a su hijo ni a su hija, pero ellos, sólo ellos, se salvarían mientras el país se convertiría en un desierto.


Quien debe morir es el que peca; el hijo no carga con el pecado del padre, y el padre no cargará con el pecado del hijo. El mérito del justo le corresponderá sólo a él, y la maldad del malo, sólo a él.


En cuanto a ti, no ruegues por este pueblo, ni eleves por él súplicas ni oraciones; porque no los voy a oír cuando me llamen en el momento de la desgracia.


Pero el Señor sabe librar de la prueba a sus servidores y reserva a los malos para castigarlos el día del juicio.


En esto llegó volando hasta mí Gabriel, al que había visto en la visión al comienzo.


Y tú no pidas por este pueblo ni eleves por ellos súplicas ni oraciones, ni me insistas más, porque no te escucharé.


En el día de la cólera, la riqueza no servirá de nada, pero la honradez librará de la muerte.


Entre ellos estaban estos jóvenes judíos: Daniel, Ananías, Misael y Azarías.


En cambio, si se lo adviertes al malvado y él no quiera renunciar a su maldad y a su mala conducta, morirá debido a su falta, pero tú habrás salvado tu vida.


Las cubriste con tus vestidos bordados y depositaste ante ellas mi aceite y mi incienso.


Más aún, tomaste a tus hijos y a tus hijas que tú me habías dado, y se los ofreciste para que los devoraran: ¿y no te bastaba eso que te corrompías?


Al principio de tu oración salió una palabra y he venido para dártela a conocer porque eres amado de Dios. Aplica tu espíritu a esa palabra y comprende la visión.


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