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Ezequiel 11:13 - Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Mientras estaba profetizando, murió Peltía hijo de Banaías: caí entonces con el rostro en tierra y me puse a gritar con fuerte voz: '¡Ay, Yavé! ¿Quieres destruir todo lo que queda de Israel?'

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Biblia Reina Valera 1960

13 Y aconteció que mientras yo profetizaba, aquel Pelatías hijo de Benaía murió. Entonces me postré rostro a tierra y clamé con gran voz, y dije: ¡Ah, Señor Jehová! ¿Destruirás del todo al remanente de Israel?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Mientras yo aún profetizaba, murió de repente Pelatías, hijo de Benaía. Entonces caí rostro en tierra y clamé: «Oh Señor Soberano, ¿vas a matar a todos en Israel?».

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Y aconteció que mientras yo profetizaba, murió aquel Pelatías ben Benaía. Entonces me postré rostro a tierra y clamando a gran voz, dije: ¡Ay, Adonay YHVH! ¿Destruirás totalmente al remanente de Israel?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Mientras yo estaba profetizando, cayó muerto Pelatías, hijo de Benaías. Yo entonces caí de bruces y a grandes voces grité diciendo: '¡Ay, Señor Yahveh! ¿Vas a exterminar lo que queda de Israel?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

13 Y aconteció que mientras yo profetizaba, Pelatías hijo de Benaía murió. Entonces caí sobre mi rostro, y clamé con grande voz, y dije: ¡Ah, Señor Jehová! ¿Habrás de exterminar al remanente de Israel?

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Ezequiel 11:13
22 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

En seguida el Espíritu me llevó a la puerta de la Casa de Yavé que mira al este. A la entrada de la puerta había veinticinco hombres entre los cuales divisé a Jezanías, hijo de Azur y a Peltía, hijo de Banaías, jefes del pueblo.


Mientras mataban de esa manera, me postré con el rostro en tierra, gritando y diciéndole. '¡Ay, Yavé, ¿vas a esparcir tu furor por Jerusalén y destruir lo que queda de Israel?'


Al oír Ananías estas palabras, se desplomó y murió. Un gran temor se apoderó de cuantos lo oyeron.


Pues ahora la mano del Señor va a caer sobre ti, quedarás ciego y no verás la luz del sol por cierto tiempo. Al instante quedó envuelto en oscuridad y tinieblas, y daba vueltas buscando a alguien que lo llevase de la mano.


Y al instante Safira se desplomó a sus pies y murió. Cuando entraron los jóvenes la hallaron muerta y la llevaron a enterrar junto a su marido.


Entonces exclamé: 'Por favor, detente, Señor Yavé. Pues, ¿cómo se salvará Jacob, que es tan pequeño?'


Al ver cómo pelaban los campos, intervine y dije: 'Por favor, Señor Yavé, perdona. Pues, ¿qué será de Jacob, que es tan pequeño?'


Por eso, les envié profetas para desarraigarlos, y de mi propia boca salió su sentencia de muerte.


Hice según lo que se me había ordenado y, mientras profetizaba, se produjo una gran agitación: los huesos se acercaron unos a otros.


Pero también, sin que lo advierta, caerá sobre él la desgracia, será derribado de un golpe y no se repondrá.


Ante ti mi carne tiembla de miedo, tus juicios me llenan de temor.


Entonces habló de exterminarlos, a no ser porque su elegido Moisés se puso en la brecha frente a El para impedir que su ira los destruyera.


Cuando el rey Jeroboam escuchó esa maldición del hombre de Dios contra el altar de Betel, extendió la mano y ordenó: '¡Deténganlo!' Pero la mano que había extendido contra el hombre de Dios quedó tiesa y no pudo encogerla.


porque seducirían a tus hijos para que me abandonen y adoren a dioses extranjeros, con lo que la ira de Yavé se encendería contra ustedes y luego los eliminaría.


Hijo de hombre, así habla Yavé a la tierra de Israel: ¡Es el fin! ¡Llegó el final a los cuatro rincones del país!


Yavé me dirigió, entonces, estas palabras:


Pero tuve para con ellos una mirada compasiva, no los destruí ni los exterminé en el desierto.


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