Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Ezequiel 1:1 - Biblia Católica (Latinoamericana)

1 El año treinta, el día quinto del cuarto mes, encontrándome entre los desterrados, a orillas del río Quebar, se abrió el cielo y contemplé visiones divinas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

1 Aconteció en el año treinta, en el mes cuarto, a los cinco días del mes, que estando yo en medio de los cautivos junto al río Quebar, los cielos se abrieron, y vi visiones de Dios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

1 El 31 de julio de mis treinta años de vida, me encontraba con los judíos en el destierro, junto al río Quebar, en Babilonia, cuando se abrieron los cielos y tuve visiones de Dios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

1 El año treinta,° el cuarto mes, a cinco días del mes, aconteció que estando yo en medio de los cautivos, junto al río Quebar, los cielos fueron abiertos y vi visiones de Dios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 El año treinta, el día cinco del cuarto mes, estando yo entre los deportados, junto al río Quebar, se abrieron los cielos y tuve visiones divinas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 Y aconteció en el año treinta, en el mes cuarto, el quinto día del mes, estando yo en medio de los cautivos junto al río de Quebar, los cielos se abrieron, y vi visiones de Dios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Ezequiel 1:1
39 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Vi el cielo abierto y apareció un caballo blanco. El que lo monta se llama 'Fiel' y 'Veraz'. Es el que juzga y lucha con justicia.


y exclamó: 'Veo los cielos abiertos y al Hijo del Hombre a la derecha de Dios.


Una vez bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se abrieron los Cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba como una paloma y se posaba sobre él.


Entonces el Espíritu me tomó y me llevó de vuelta a Caldea junto a los cautivos; todo esto se desarrolló en una visión; esto venía del Espíritu de Dios. Y luego esa visión se alejó de mí'


vio el cielo abierto y algo que descendía del cielo: era como una tienda de campaña grande, cuyas cuatro puntas venían a posarse sobre el suelo.


Un día fue bautizado también Jesús entre el pueblo que venía a recibir el bautismo. Y mientras estaba en oración, se abrieron los cielos:


Eran los mismos seres que había visto debajo del Dios de Israel junto al río Quebar, y reconocí que eran querubines.


Después de esto miré. Vi una puerta abierta en el cielo y la voz que antes había oído semejante a una trompeta me decía: 'Sube aquí y te mostraré lo que va a suceder en seguida.


En verdad les digo que ustedes verán los cielos abiertos y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre.


Esa visión era semejante a la que había tenido cuando Yavé llegó para destruir la ciudad; también era parecida a la visión que había tenido a orillas del río Quebar; me tiré de bruces al suelo.


Extendió lo que podía ser una mano y me agarró por los cabellos: inmediatamente el Espíritu me levantó entre el cielo y la tierra. Me llevó a Jerusalén en una visión divina hasta la entrada de la puerta que mira al norte, allí donde está el ídolo que provoca los celos del Señor.


Me levanto entonces y me dirijo al valle. Veo allí la Gloria de Yavé: estaba allí tal como había visto la Gloria a orillas del río Quebar. Inmediatamente me echo de bruces al suelo.


la palabra de Yavé fue dirigida al sacerdote Ezequiel, hijo de Buzi, en el país de los caldeos, a orillas del río Quebar.


En los tiempos de Ozías, Jotam, Ajaz y Ezequías, reyes de Judá, Isaías, hijo de Amós, tuvo esta visión acerca de Judá y Jerusalén.


Yavé les dijo entonces: 'Oigan bien mis palabras: Si hay en medio de ustedes un profeta me manifiesto a él por medio de visiones y sólo le hablo en sueños.


De nada sirve alabarse; pero si hay que hacerlo, iré a las visiones y revelaciones del Señor.


Al momento de salir del agua, Jesús vio los Cielos abiertos: el Espíritu bajaba sobre él como lo hace la paloma,


Yo, Yavé, que soy tu Dios desde Egipto, te haré vivir de nuevo en tiendas de campaña, como en aquellos días del Encuentro.


Mediante visiones divinas, me condujo al país de Israel y me depositó en una montaña muy alta. En la ladera me pareció ver las construcciones de una ciudad.


Cuando llegué a Tel Aviv, donde estaban los desterrados a orillas del río Quebar, permanecí siete días como atontado en medio de ellos.


de todos los de más de treinta años hasta los cincuenta, aptos para entrar al servicio de la Tienda de las Citas.


Contemplaron al Dios de Israel. Debajo de sus pies había algo parecido a un pavimento de zafiro transparente y tan esplendoroso como el mismo cielo.


Dios habló a Israel durante la noche en una visión y le dijo: 'Jacob, Jacob.


Una tarde, alrededor de las tres, tuvo una visión de la que no pudo dudar: un ángel de Dios entraba a su habitación y le llamaba: '¡Cornelio!'


Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: 'No hablen a nadie de esta visión hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado de entre los muertos.


Sus caras, eran tales como las había visto junto al río Quebar. Y se desplazaban según la dirección de sus caras.


Después de estos sucesos, Yavé dirigió su palabra a Abram en una visión, y le dijo: 'No temas, Abram, yo soy tu protector. Tu recompensa será muy grande.


Jesús ya había pasado los treinta años de edad cuando comenzó. Para todos era el hijo de José, hijo de Helí,


El año en que murió el rey Ozías, vi al Señor sentado en un trono elevado y alto, y el ruedo de su manto llenaba el Templo.


Al borde de los canales de Babilonia nos sentábamos y llorábamos


En cuanto a eso de que ustedes hablan: 'Yavé nos ha dado también aquí, en Babilonia, profetas',


En ese momento vi que en la plataforma, por encima de los querubines, había una piedra de zafiro en forma de trono.


Las cuatro ruedas tenían la misma forma: se podría decir que cada rueda estaba hecha de dos ruedas entrecruzadas.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម