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Éxodo 9:15 - Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Yo podría haber vuelto mi mano contra ti y tu pueblo, y habrían perdido la vida con semejante peste.

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Biblia Reina Valera 1960

15 Porque ahora yo extenderé mi mano para herirte a ti y a tu pueblo de plaga, y serás quitado de la tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 A estas alturas, bien podría haber ya extendido mi mano y haberte herido a ti y a tu pueblo con una plaga capaz de exterminarlos de la faz de la tierra.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Porque ahora, si Yo hubiera lanzado mi mano para azotarte con pestilencia a ti y a tu pueblo, ya habrías sido exterminado de la tierra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Si en un principio hubiera extendido mi mano y te hubiese herido con la peste, a ti y a tu pueblo, habrías desaparecido de la tierra.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 Porque ahora yo extenderé mi mano para herirte a ti y a tu pueblo de pestilencia, y serás quitado de la tierra.

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Éxodo 9:15
13 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Por esto yo extenderé mi mano y azotaré a Egipto con toda clase de males extraordinarios, de manera que él mismo los echará fuera.


Los malos en cambio serán echados del país, los traidores serán expulsados.


Esto fue un motivo de pecado para la casa de Jeroboam, por eso fue destruida y exterminada de la tierra.


Las aguas al volver cubrieron los carros, los caballos y su gente, o sea, todo el ejército de Faraón que había entrado en el mar persiguiéndolos: no se escapó ni uno solo.


Pero no, preferí mantenerte de pie, para que veas mi fuerza y para que se celebre mi Nombre por toda la tierra.


Y Yavé lo hizo al día siguiente: murieron todos los animales pertenecientes a los egipcios, mientras que no murió ni uno siquiera de los que pertenecían a los israelitas.


volveré mi mano contra los animales de tus campos, de manera que habrá una mortandad tremenda de los caballos, de los burros, de los camellos, de las vacas y ovejas.


Porque esta vez enviaré todas mis plagas sobre ti, tus servidores y tu pueblo, para que entiendas de una vez que no hay nadie como yo en toda la tierra.


Y ¿quién es como tu pueblo Israel? ¿Hay otra nación en la tierra que haya sido comprada por un Dios para hacerla su pueblo, para darle un nombre, para ejecutar en favor de ella grandes y terribles cosas y para expulsar ante ese pueblo a las demás naciones con sus dioses?


Esa misma noche salió el ángel de Yavé y dio muerte en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil hombres. ¡A la mañana siguiente, a la hora de levantarse, sólo había cadáveres, estaban todos muertos!


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