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Éxodo 23:26 - Biblia Católica (Latinoamericana)

26 No habrá en tu país mujer que aborte o sea estéril; y prolongaré los días de tu vida.

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Biblia Reina Valera 1960

26 No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo completaré el número de tus días.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 No habrá en tu tierra ninguna mujer que pierda su embarazo o sea estéril; te daré una vida larga y plena.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 No habrá en tu tierra mujer que aborte, ni estéril, y haré que el número de tus días sea completado.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 No habrá en tu tierra mujer que aborte ni que sea estéril. Y colmaré el número de tus días.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

26 No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo cumpliré el número de tus días.

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Éxodo 23:26
16 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Serás favorecido más que todos los pueblos; no habrá macho o hembra estéril entre tu gente ni en tu ganado,


Llegarás a la tumba cargado de años como se recogen a su tiempo las gavillas.


Bendito será el fruto de tus entrañas y el fruto de tu tierra, las crías de tus burras, el parto de tus vacas y ovejas.


Sus toros cubren y fecundan y sus vacas paren y no abortan.


ni habrá más, allí, recién nacidos que vivan apenas algunos días, o viejos que no vivan largos años, pues morir a los cien años será morir joven, y no llegar a los cien será tenido como una maldición.


Están nuestros graneros muy repletos, rebosantes de toda clase de cosechas; nuestras ovejas se cuentan por miles, por millares se ven en nuestros campos;'


Los bendice, se multiplican mucho, y su ganado no se les reduce.


murió muy anciano y fue a reunirse con sus antepasados. Lo sepultaron sus hijos Esaú y Jacob.


Siendo ya David anciano y lleno de días proclamó a su hijo Salomón rey de Israel.


Abrahán murió luego de una feliz ancianidad, cargado de años, y fue a reunirse con sus antepasados.


y vio a sus hijos y a sus nietos hasta la cuarta generación.


Tú, oh Dios, los echarás al pozo de la muerte; los hombres sanguinarios y embusteros, no llegarán a la mitad de su vida; pero yo confío en ti.


El tiempo de nuestros años es de setenta, y de ochenta si somos robustos. La mayoría son de pena y decepción, transcurren muy pronto y nos llevan volando.


Guarda sus leyes y sus mandamientos que yo te ordeno hoy, y te irá bien a ti y a tus hijos después de ti. Así vivirás largos años en la tierra que Yavé, tu Dios, te da.


Dales, Yavé... ¿Qué les darás? ¡Haz que sus entrañas sean estériles y que se sequen sus pechos!


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