Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Éxodo 17:11 - Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Y sucedió que mientras Moisés tenía las manos arriba, se imponía Israel, pero cuando las bajaba, se imponían los amalecitas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

11 Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Mientras Moisés sostenía en alto la vara en su mano, los israelitas vencían; pero, cuando él bajaba la mano, dominaban los amalecitas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

11 Y sucedió que mientras Moisés tenía en alto sus brazos,° vencía Israel, pero cuando él bajaba sus brazos, vencía Amalec.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Y sucedía que, cuando Moisés levantaba su mano, Israel prevalecía; pero cuando la dejaba caer, vencía Amalec.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

11 Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Éxodo 17:11
8 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Quiero, pues, que en todo lugar donde los hombres estén orando levanten al cielo manos limpias de todo enojo y discusión.


Reconozcan sus pecados unos ante otros y recen unos por otros para que sean sanados. La súplica del justo tiene mucho poder con tal de que sea perseverante:


Retrocederán mis enemigos el día que te invoque. Sé muy bien que Dios está conmigo.


Jesús les mostró con un ejemplo que debían orar siempre, sin desanimarse jamás:


Josué hizo como se lo ordenaba Moisés, y salió a pelear contra los amalecitas. Mientras tanto, Moisés, Aarón y Jur subieron a la cumbre de la loma.


Se le cansaron los brazos a Moisés; entonces tomaron una piedra y sentaron a Moisés sobre ella, mientras Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. Así, Moisés mantuvo sus brazos alzados hasta la puesta del sol'


Josué no bajó su mano que blandía la lanza hasta que todos los habitantes de Aí fueron condenados al anatema.


No es mi arco en quien yo confío, ni es mi espada quien me da la victoria;'


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម