Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Éxodo 15:2 - Biblia Católica (Latinoamericana)

2 ¡Yavé, mi fortaleza!, a él le cantaré, él fue mi salvación, él es mi Dios y lo alabaré, el Dios de mi padre, lo ensalzaré.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

2 Jehová es mi fortaleza y mi cántico, Y ha sido mi salvación. Este es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 El Señor es mi fuerza y mi canción; él me ha dado la victoria. Él es mi Dios, y lo alabaré; es el Dios de mi padre, ¡y lo exaltaré!

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

2 YH° es mi fortaleza y mi cántico, Y me ha sido por salvación.° ¡Éste es mi Dios!, y lo alabaré, ¡Dios de mi padre!, y lo exaltaré.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Yah es mi fuerza y objeto de mi canto; él ha sido salvación para mí. Él es mi Dios, y yo lo alabaré; es el Dios de mi padre, y lo ensalzaré.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Jehová es mi fortaleza y mi canción, y Él ha sido mi salvación: Este es mi Dios, y le prepararé morada; Dios de mi padre, le exaltaré.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Éxodo 15:2
64 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

¡Vean cómo es él, el Dios que me salva! En él confío y no tengo más miedo, pues Yavé es mi fuerza y mi canción, él ha sido mi salvación.


El Señor es mi fuerza, el motivo de mi canto, ha sido para mí la salvación.


¡Viva el Señor! ¡Bendita sea mi Roca! ¡Ensalzado sea el Dios que me salva!


Oh fuerza mía, yo quiero cantarte; mi Bastión es un Dios siempre bueno conmigo.


Yavé, tú eres mi Dios, yo te saludo y celebro tu Nombre, pues hiciste maravillas, obras que venían desde mucho antes, que no podían faltar.


Señor Dios, poderoso para salvar, tú cubres mi cabeza el día del combate.


Ensalcen al Señor, nuestro Dios, póstrense ante su santo monte: ¡Santo es el Señor nuestro Dios!


Estos cantan el cántico de Moisés, servidor de Dios, y el cántico del Cordero: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios, Todopoderoso. Justicia y verdad guían tus pasos, oh Rey de las naciones.


y toda lengua proclame que Cristo Jesús es el Señor, para gloria de Dios Padre.


Tú eres mi Dios, te doy gracias; ¡Dios mío, te digo que eres grande!'


Ensalcen al Señor, nuestro Dios, póstrense ante la tarima de sus pies: ¡El es Santo!


Engrandezcan conmigo al Señor y ensalcemos a una su nombre.


A él irán tus alabanzas, pues El es tu Dios, que ha hecho por ti las cosas asombrosas que has visto.


Luego le dijo: 'Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Al instante Moisés se tapó la cara, porque tuvo miedo de que su mirada se fijara sobre Dios.


Pues en Cristo Dios estaba reconciliando el mundo con él; ya no tomaba en cuenta los pecados de los hombres, sino que a nosotros nos entregaba el mensaje de la reconciliación.


No hay salvación en ningún otro, pues bajo el cielo no se ha dado a los hombres ningún otro Nombre por el que debamos ser salvados.


Te celebro, oh Rey mi Dios, y bendigo tu nombre para siempre.


¡Viva Yavé! ¡Bendita sea mi roca! ¡Alabado sea el Dios que me salva!


Moisés contestó al pueblo: '¡No se asusten, permanezcan firmes! Vean la obra de Yavé y cómo él los salva hoy. Miren a esos egipcios a los que nunca más volverán a ver.


Tú entonces le dirás: Esto dice Yavé: Israel es mi hijo primogénito.


En él ustedes se van edificando hasta ser un santuario espiritual de Dios.


No vale la pena que seas mi servidor únicamente para restablecer a las tribus de Jacob, o traer sus sobrevivientes a su patria. Tú serás, además, una luz para las naciones, para que mi salvación llegue hasta el último extremo de la tierra.


Oh Dios a quien alabo, no guardes silencio,


El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién he de temer? Amparo de mi vida es el Señor, ¿ante quién temblaré?


Entonces la Nube vino a cubrir la Tienda de las Citas y la Gloria de Yavé llenó la Morada.


Después oí en el cielo algo como el canto de un inmenso gentío, que decía: ¡Aleluya! ¿Quién salva y quién tiene gloria y poder sino nuestro Dios?


para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, tampoco honra al Padre que lo ha enviado.


Ustedes, los samaritanos, adoran lo que no conocen, mientras que nosotros, los judíos, adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos.


Porque mis ojos han visto a tu salvador,


para decir a su pueblo lo que será su salvación. Pues van a recibir el perdón de sus pecados,


Echaré ese tercio al fuego; lo purificaré como se hace con la plata, lo pondré a prueba como se prueba el oro. El invocará mi Nombre y yo lo escucharé. Entonces yo diré: '¡Este es mi pueblo!', y él, a su vez, dirá: '¡Yavé es mi Dios!'


Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.


Esta es la alianza que yo pactaré con Israel en los días que están por llegar, dice Yavé: pondré mi ley en su interior, la escribiré en sus corazones, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.


Realmente de nada sirven los templos en las lomas y las fiestas en los montes. Sólo Yavé, nuestro Dios, es quien salva a Israel.


Así se expresa Yavé: ¡El cielo es mi trono y la tierra la tarima para mis pies! ¿Qué casa podrían ustedes edificarme, o en qué parte fijarían mi lugar de reposo,


Israel en cambio será salvado para siempre, y sus hijos no sufrirán más vergüenza ni deshonra, nunca jamás.


hasta que halle un lugar para el Señor, una morada para el Fuerte de Jacob'.


Se hizo para nosotros un Dios que libera, con Yahvé, el Señor, escapamos a la muerte.


Te alabaré, Señor, porque me has levantado y muy poco se han reído mis contrarios.


El Señor es la fuerza de su pueblo, un refugio seguro para su ungido.


Me entregaron a ti apenas nacido; tú eres mi Dios desde el seno materno.


Tú, sin embargo, estás en el Santuario, de allí sube hasta ti la alabanza de Israel.


¿Podría Dios en realidad habitar en la tierra? ¡Si los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerte, cuánto menos lo podrá esta Casa que he construido!


lo que yo he construido es pues la Casa donde tú moras, el lugar donde tú residirás para siempre'.


Le da a su rey victoria tras victoria, y sigue con sus favores a su ungido, a David y a su raza para siempre'.


Le dirás a mi servidor David: Esto dice Yavé: ¿Así que tú me vas a construir una casa para que habite en ella?


Pacto mi alianza contigo y con tu descendencia después de ti: ésta es una alianza eterna. Yo seré tu Dios y, después de ti, de tu descendencia.


Piensen que en él permanece toda la plenitud de Dios en forma corporal.


El torrente de Quisón los arrastró, el torrente de los tiempos antiguos, el torrente de Quisón. ¡Oh alma mía, avanza sin miedo!


¡así es nuestro Dios! Nuestro Dios por los siglos de los siglos, él nos conducirá.


Pues llegas en socorro de tu pueblo, para salvar a tu ungido. Al opresor le rompes la cabeza y lo arrasas hasta sus cimiento.


A ustedes los tomaré para pueblo mío, y seré Dios para ustedes. Y, en adelante, conocerán que yo soy Yavé, Dios de ustedes, que quité de sus espaldas el yugo de Egipto.


Tú estableciste a tu pueblo Israel para que fuera tu pueblo para siempre, y tú, Yavé, llegaste a ser su Dios.


El es mi roca, en él me refugio. Es mi escudo, mi salvación, mi ciudadela y mi refugio: mi salvador me salva de la violencia.


El Señor en persona es nuestro Dios, sus sentencias abarcan toda la tierra.


¡Te agradezco que me hayas escuchado, tú has sido para mí la salvación!


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម