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Ester 9:14 - Biblia Católica (Latinoamericana)

14 El rey decidió que se hiciera así. Se publicó en Susa un decreto, y colgaron a los diez hijos de Amán.

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Biblia Reina Valera 1960

14 Y mandó el rey que se hiciese así. Se dio la orden en Susa, y colgaron a los diez hijos de Amán.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 El rey estuvo de acuerdo, y el decreto se hizo público en Susa. Atravesaron los cuerpos de los diez hijos de Amán.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Y el rey ordenó que se hiciera así. La ley se promulgó en Susa, y colgaron a los diez hijos de Amán.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Mandó el rey que se hiciera así; se promulgó el edicto en Susa; y los diez hijos de Amán fueron colgados de la horca.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

14 Y mandó el rey que se hiciese así; y se dio la orden en Susán, y colgaron a los diez hijos de Amán.

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Ester 9:14
9 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Ester le dijo: 'Si el rey lo quiere, permítales a los judíos de Susa proseguir mañana con lo que han hecho hoy día, tal como lo ha decretado el rey, y que cuelguen de la horca a los diez hijos de Amán'.


Los judíos de Susa se juntaron el día catorce del mes de Adar y mataron en Susa a trescientos hombres más, pero no se apoderaron de sus bienes.


Balaam vio a Amalec y dijo su poema: '¡Amalec, la primera de las naciones, tu posteridad desaparecerá!'


Esta es la orden que doy: todos los hombres, sacerdotes y levitas del pueblo de Israel, que viven en mi reino y que quieran volver a Jerusalén, pueden partir contigo.


Arbona, uno de los eunucos, dijo al rey: 'Hay una horca que preparó Amán para Mardoqueo, el que había sido honrado por el rey. Está levantada frente a la casa de Amán y tiene una altura de veinticinco metros». Entonces dijo el rey: 'Cuelguen allí a Amán».


Colgaron a Amán en la horca que había preparado para Mardoqueo, y así se apaciguó la cólera del rey.


Los malvados se tambalean, desaparecen, pero la casa de los justos permanece de pie.


Supongamos que un hombre tuviera un centenar de hijos y viviera largos años, pero durante todo ese tiempo no encontrara la felicidad y no tuviera después sepultura -en ese caso digo que un recién nacido fallecido es más feliz que él-.


Pero Cristo nos ha rescatado de la maldición de la Ley, al hacerse maldición por nosotros, como dice la Escritura: Maldito todo el que está colgado de un madero.


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