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Eclesiastés 8:5 - Biblia Católica (Latinoamericana)

5 El que guarda los mandamientos no se meterá en situaciones difíciles. El sabio sabe cuál es la hora y cuáles son los criterios.

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Biblia Reina Valera 1960

5 El que guarda el mandamiento no experimentará mal; y el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Quienes lo obedezcan no serán castigados. Los sabios encontrarán el momento y la forma de hacer lo correcto,

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 El que observa el mandamiento no experimentará cosa mala, Y el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Quien cumple lo mandado no experimenta contratiempos; el corazón del sabio sabe el cuándo y el cómo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 El que guarda el mandamiento no experimentará ningún mal; y el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio.

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Eclesiastés 8:5
21 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

A los adultos se les da el alimento sólido, pues han adquirido la sensibilidad interior y son capaces de distinguir lo bueno y lo malo.


Pedro y Juan les respondieron: 'Juzguen ustedes si es correcto delante de Dios que les hagamos caso a ustedes, en vez de obecedecer a Dios.


Entonces les dijo: 'Pues bien, devuelvan al César las cosas del César, y a Dios lo que corresponde a Dios.


De la media tribu de Manasés, dieciocho mil, nominalmente designados para ir a proclamar rey a David.


Pedro y los apóstoles respondieron: 'Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.


Efraím es un opresor y dicta sentencias injustas, pues se deja llevar por las apariencias.


El corazón del sabio mantiene su derecha, el corazón del tonto toma la izquierda;'


Obedece la orden del rey, ya que le juraste fidelidad ante Dios.


El sabio tiene los ojos abiertos, mientras que el tonto camina en la oscuridad. Pero también sé: 'Para todos no hay más que una misma suerte.


El hombre inteligente tiene los ojos fijos en la sabiduría, las miradas del tonto vagabundean por los cuatro rincones del mundo.


Pero las parteras temían a Dios, y no hicieron lo que les había mandado el rey de Egipto, sino que dejaron con vida a los niños.


Por eso, tampoco nosotros hemos cesado de rezar por ustedes desde el día en que recibimos esas noticias, y pedimos a Dios que alcancen el pleno conocimiento de su voluntad mediante dones de sabiduría y entendimiento espiritual.


Entonces no tendré vergüenza alguna en respetar todos tus mandamientos.


La desgracia no desanimará al justo, mientras que los malos serán colmados de males.


Conclusión del discurso: todo ha sido dicho. Teme a Dios y observa sus mandamientos: allí está todo para el hombre.


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