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Eclesiastés 2:23 - Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Pues todos sus días han sido penosos, a tal punto que perdía el sueño y aún de noche su corazón no descansaba. Eso es algo que no tiene sentido.

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Biblia Reina Valera 1960

23 Porque todos sus días no son sino dolores, y sus trabajos molestias; aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Sus días de trabajo están llenos de dolor y angustia, ni siquiera de noche pueden descansar la mente. Nada tiene sentido.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Porque todos sus días son dolores; y su tarea, frustración, pues ni aun de noche su corazón reposa; y esto también es vanidad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Toda su vida es dolor; y su preocupación, tormento. Ni aun de noche reposa su corazón. También eso es vanidad.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

23 Porque todos sus días no son sino dolores, y sus trabajos molestias; aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad.

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Eclesiastés 2:23
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El hombre nacido de mujer tiene corta vida y llena de problemas.


El hombre engendra su propio castigo, así como en las nubes hace estallar el águila el rayo.


En vano te levantas tan temprano y te acuestas tan tarde, y con tanto sudor comes tu pan: él lo da a sus amigos mientras duermen.


A su paso animaban a los discípulos y los invitaban a perseverar en la fe; les decían: 'Es necesario que pasemos por muchas pruebas para entrar en el Reino de Dios.


El rey entró en su palacio, ayunó toda la noche y no quiso acostarse con sus concubinas; no pudo dormir.


Hay otra mala suerte que vi bajo el sol: la riqueza que uno guardó para su propia desgracia.


Cuanto mayor la sabiduría, mayores son los problemas; mientras más se sabe, más se sufre.


Haz que nuestra alegría dure lo que la prueba y los años en que vimos la desdicha.


Tu mano día y noche pesaba sobre mí, mi corazón se transformó en rastrojo en pleno calor del verano.


Pero esa noche el rey no pudo conciliar el sueño. Pidió que le trajeran el Libro de las Memorias, las Crónicas, y lo leyeron ante el rey.


Jacob respondió: 'Los años de mi peregrinación son ciento treinta. Pocos y malos han sido los días de mi vida, y no han llegado a igualar los años de vida de mis padres durante su peregrinación.


Al hombre le dijo: 'Por haber escuchado a tu mujer y haber comido del árbol del que Yo te había prohibido comer, maldita sea la tierra por tu causa. Con fatiga sacarás de ella el alimento por todos los días de tu vida.


y me dediqué a investigar y comprender todo lo que se hace bajo el sol. Pero es una tarea ingrata que Dios ha dado a los hombres: todo es para humillarlos.


Luego, reflexioné en todas las obras que había emprendido y en todas las molestias que me había costado su realización. Pues bien, no se retiene nada, se corre tras el viento; ¡no hay nada que ganar bajo el sol!'


Esto es lo que veo: todo lo que uno puede esperar es comer y beber, y gozar el bienestar mientras trabaja bajo el sol durante los contados días de su vida, tales como Dios se los concedió: ésa es su parte.


Como me dedicara a conocer y observase la condición del hombre en la tierra, vi que el ojo humano no tiene descanso de día ni de noche.


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