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Eclesiastés 12:2 - Biblia Católica (Latinoamericana)

2 antes de que se oscurezcan el sol, la luz la luna y las estrellas, y que vuelvan las nubes apenas haya llovido.

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Biblia Reina Valera 1960

2 antes que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes tras la lluvia;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Acuérdate de él antes de que la luz del sol, de la luna y de las estrellas se vuelva tenue a tus ojos viejos, y las nubes negras oscurezcan para siempre tu cielo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Antes que se oscurezcan el sol y la luz,° y la luna y las estrellas, Y las nubes vuelvan tras la lluvia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 antes de que se oscurezcan el sol y la luz, la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes tras la lluvia:

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 antes que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna y las estrellas, y las nubes se vuelvan tras la lluvia;

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Eclesiastés 12:2
15 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Rugirá contra él, en ese día, como el bramido del mar. Al mirar el país sólo se verán tinieblas, angustia, y luz que desaparece entre las sombras.


En cuanto mencionó el arca de Dios, Helí cayó de espaldas de su silla, atravesándose en la puerta. Se rompió la nuca y murió, porque el viejo era pesado. Había juzgado a Israel durante cuarenta años.


él tenía entonces noventa y ocho años, su mirada estaba fija y ya no veía.


Oh Dios, las aguas te vieron, te vieron y se estremecieron, y hasta sus honduras enmudecieron.


Tú que me hiciste pasar tantas penas y miserias, volverás para hacerme revivir, y me harás subir de nuevo del abismo.


El eco de tus cascadas resuena en los abismos, tus torrentes y tus olas han pasado sobre mí.


Ese día estaba Helí acostado en su cama; sus ojos estaban tan débiles que ya no veía.


Israel tenía los ojos debilitados por la vejez y no podía ver. Cuando José se los acercó, él los abrazó y los besó.


Siendo Isaac ya anciano, y con sus ojos tan debilitados que no veía nada, llamó a su hijo mayor Esaú. Como le dijera: '¡Hijo mío!', Esaú respondió: 'Aquí estoy.


Después de esos días de angustia, el sol se oscurecerá, la luna perderá su brillo, caerán las estrellas del cielo y se bambolearán los mecanismos del universo.


El tiempo de nuestros años es de setenta, y de ochenta si somos robustos. La mayoría son de pena y decepción, transcurren muy pronto y nos llevan volando.


Las estrellas del cielo y sus constelaciones han dejado de alumbrar, el sol ha salido negro y la luna no envía más su luz.


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