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Deuteronomio 9:29 - Biblia Católica (Latinoamericana)

29 Ellos son tu pueblo y tu pertenencia, a los que sacaste de Egipto con mano firme y a fuerza de golpes.

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Biblia Reina Valera 1960

29 Y ellos son tu pueblo y tu heredad, que sacaste con tu gran poder y con tu brazo extendido.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

29 Pero los israelitas son tu pueblo y tu posesión más preciada, los que sacaste de Egipto con tu gran fuerza y tu brazo poderoso”.

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La Biblia Textual 3a Edicion

29 Pues ellos son tu pueblo y tu heredad, que Tú sacaste con tu gran poder y con tu brazo extendido.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 Sin embargo, son tu pueblo, tu heredad, que sacaste fuera con tu gran poder y brazo tenso'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

29 Y ellos son tu pueblo y tu heredad, que sacaste con tu gran fortaleza y con tu brazo extendido.

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Deuteronomio 9:29
22 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Estos son pues tus servidores y tu pueblo que tú libraste con mucha fuerza y con tu poderosa mano.


porque ellos son tu pueblo y tu propiedad personal, a los que sacaste de Egipto, de en medio del horno de hierro.


Supliqué a Yavé y le dije: 'Ah, Señor Dios, no destruyas a ese pueblo que es tu propio pueblo, y que te ganaste con tu poderío, a los que sacaste de Egipto con mano firme.


¿Acaso algún dios ha intentado tomarse un pueblo y sacarlo de en medio de otro pueblo a fuerza de pruebas y de señales, de milagros y de combates, actuando con mano firme y dando grandes golpes, realizando esas cosas grandes que Yavé hizo por ustedes en Egipto y que tú viste con tus propios ojos?


Pues él es nuestro Dios y nosotros el pueblo que él pastorea, el rebaño bajo su mano. Ojalá pudieran hoy oír su voz.


pero a ustedes los tomó y los sacó del horno que es Egipto, para que fueran su propio pueblo como lo son ahora.


Desde hace tiempo somos un pueblo que tú no gobiernas y que tu Nombre ya no protege. ¡Ah, si tú rasgaras los cielos y bajaras! Los cerros se derretirían al verte.


Sepan que el Señor es Dios, él nos hizo y nosotros somos suyos, su pueblo y el rebaño de su pradera.


¡Bendito sea Yavé, dijo, el Dios de Israel! Lo que su boca había anunciado a mi padre David, su mano acaba de ejecutarlo. Pues él había dicho:


Ahora, si realmente me miras con buenos ojos, dame a conocer caminos para que te conozca, y me sigas mirando bien: no olvides que esa gente es tu pueblo.


y dijo: 'Señor, si realmente me miras con buenos ojos, ven y camina en medio de nosotros; aunque sea un pueblo rebelde, perdona nuestras faltas y pecados, y recíbenos por herencia tuya.


¡Salva a tu pueblo y bendice a los tuyos; pastoréalos y llévalos por siempre!'


Por tu brazo a tu pueblo rescataste, a los hijos de Jacob y de José.


La cólera del Señor se encendió contra su pueblo y tuvo horror de su propia gente.


Con mano fuerte y brazo levantado, porque su amor perdura para siempre.


Yo hice, con mi gran poder y con mis intervenciones, la tierra, el hombre y los animales que existen sobre ella, y los doy a quien se me antoje.


Por lo tanto, diles de mi parte: Yo soy Yavé, que quitaré de sus espaldas los duros trabajos de Egipto y los liberaré de la esclavitud. Yo les devolveré la libertad con golpes tremendos de mi mano y con intervenciones manifiestas.


Ahora, pues, si ustedes me escuchan atentamente y respetan mi alianza, los tendré por mi propio pueblo entre todos los pueblos. Pues el mundo es todo mío,


Pero luego me dijo: 'Vete, baja a toda prisa porque tu pueblo que tú sacaste de Egipto se ha corrompido; han abandonado bien pronto el camino que yo les enseñé y se han hecho un ídolo de metal.


Pero la parte de Yavé fue su pueblo, Jacob fue su propio dominio.


Al mismo tiempo, el Señor volverá a tender su mano para rescatar al resto de su pueblo, a los que todavía queden en Asur y Egipto, en Patros, Etiopía y Elam, en Senar, Jamat y las islas del mar.


¡No te enojes tanto, pues, Yavé, ni estés recordando, a cada momento, nuestros pecados! Míranos, pues todos nosotros formamos tu pueblo.


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