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Deuteronomio 4:20 - Biblia Católica (Latinoamericana)

20 pero a ustedes los tomó y los sacó del horno que es Egipto, para que fueran su propio pueblo como lo son ahora.

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Biblia Reina Valera 1960

20 Pero a vosotros Jehová os tomó, y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que seáis el pueblo de su heredad como en este día.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Recuerden que el Señor su Dios los rescató de ese horno de fundir hierro que es Egipto, para convertirlos en su propio pueblo y en su posesión más preciada, y eso es lo que ahora son.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Pero a vosotros YHVH os tomó y os sacó del horno de hierro de Egipto, para que llegarais a ser para Él pueblo de su herencia,° como hoy se ve.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 mientras que a vosotros os tomó Yahveh y os sacó del horno de hierro, de Egipto, para que fuerais el pueblo de su heredad, como lo sois hoy.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

20 Mas a vosotros os tomó Jehová, y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que le seáis por pueblo, por heredad, como en este día.

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Deuteronomio 4:20
24 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

porque ellos son tu pueblo y tu propiedad personal, a los que sacaste de Egipto, de en medio del horno de hierro.


que yo impuse a los padres de ustedes el día en que los saqué de ese horno purificador que es Egipto. Les dije entonces: Oigan mi voz y actúen conforme a todo lo que les mando; y así serán mi pueblo y yo seré su Dios'


Pero la parte de Yavé fue su pueblo, Jacob fue su propio dominio.


Ellos son tu pueblo y tu pertenencia, a los que sacaste de Egipto con mano firme y a fuerza de golpes.


Pero ustedes son una raza elegida, un reino de sacerdotes, una nación consagrada, un pueblo que Dios hizo suyo para proclamar sus maravillas; pues él los ha llamado de las tinieblas a su luz admirable.


que se entregó por nosotros para rescatarnos de todo pecado y purificar a un pueblo que fuese suyo, dedicado a toda obra buena.


Porque el Señor se escogió a Jacob, a Israel, para que fuera su propiedad.


Es feliz la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él escoge como herencia.


¡Salva a tu pueblo y bendice a los tuyos; pastoréalos y llévalos por siempre!'


Supliqué a Yavé y le dije: 'Ah, Señor Dios, no destruyas a ese pueblo que es tu propio pueblo, y que te ganaste con tu poderío, a los que sacaste de Egipto con mano firme.


Que les ilumine la mirada interior, para que entiendan lo que esperamos a raíz del llamado de Dios, qué herencia tan grande y gloriosa reserva Dios a sus santos,


En Cristo fuimos elegidos nosotros: Aquel que dispone de todas las cosas y las somete a su voluntad decidió que fuéramos pueblo suyo


Los egipcios trataron con brutalidad a los Israelitas y los redujeron a esclavitud.


A ustedes los tomaré para pueblo mío, y seré Dios para ustedes. Y, en adelante, conocerán que yo soy Yavé, Dios de ustedes, que quité de sus espaldas el yugo de Egipto.


y dijo: 'Señor, si realmente me miras con buenos ojos, ven y camina en medio de nosotros; aunque sea un pueblo rebelde, perdona nuestras faltas y pecados, y recíbenos por herencia tuya.


Eres un pueblo consagrado a Yavé, tu Dios. Yavé te ha elegido de entre todos los pueblos que hay sobre la faz de la tierra, para que seas su propio pueblo.


Pues tú eres un pueblo santo y consagrado a Yavé, tu Dios. Yavé te ha elegido de entre todos los pueblos que hay sobre la faz de la tierra, para que seas su propio pueblo.


Yavé, a su vez, te manda decir hoy que serás el pueblo que le pertenece, como él te lo tiene dicho, y tú guardarás todos sus mandamientos.


Oráculo sobre los animales del Negueb: A través de una tierra pobre y triste, poblada por leones y por víboras y serpientes voladoras, llevan sus tesoros, a lomo de burro, y sus riquezas sobre la joroba de camellos, a un pueblo que no les prestará ninguna ayuda.


Esto sí, te he puesto en el fuego, igual que la plata, y te he probado en el horno de la desgracia.


¡Bendito seas tú, Señor, Dios de nuestros padres, que tu nombre sea alabado y glorificado eternamente!


Les amargaron la vida con duros trabajos de arcilla y ladrillos, con toda clase de labores campesinas y toda clase de servidumbres que les imponían por la fuerza.


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