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Deuteronomio 33:29 - Biblia Católica (Latinoamericana)

29 Feliz eres, ¡oh, Israel! ¿Quién semejante a ti, pueblo salvado por Yavé? El es el escudo que te ampara, la espada que te da la victoria. Tus enemigos quisieran apaciguarte, pero tú, al fin, les pisas el cuello.

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Biblia Reina Valera 1960

29 Bienaventurado tú, oh Israel. ¿Quién como tú, Pueblo salvo por Jehová, Escudo de tu socorro, Y espada de tu triunfo? Así que tus enemigos serán humillados, Y tú hollarás sobre sus alturas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

29 ¡Qué bendito eres, oh Israel! ¿Quién es como tú, un pueblo rescatado por el Señor? ¡Él es tu escudo protector y tu espada triunfante! Tus enemigos se arrastrarán ante ti, y tú los pisotearás con fuerza sobre la espalda».

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La Biblia Textual 3a Edicion

29 ¡Bienaventurado tú, oh Israel! ¡Quién como tú, oh pueblo salvado por YHVH, Tu escudo protector, Y espada de tu grandeza! Tus enemigos te adularán, Mientras tú pisoteas sus alturas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 ¡Dichoso tú, Israel! ¿Quién como tú, pueblo salvado por Yahveh, tu escudo protector, y cuya espada es tu exaltación? Tus enemigos simularán someterse ante ti, pero tú hollarás sus espaldas'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

29 Bienaventurado tú, oh Israel, ¿Quién como tú, pueblo salvo por Jehová, escudo de tu socorro, y espada de tu excelencia? Así que tus enemigos serán humillados, y tú hollarás sobre sus lugares altos.

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Deuteronomio 33:29
43 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Israel en cambio será salvado para siempre, y sus hijos no sufrirán más vergüenza ni deshonra, nunca jamás.


¡Vean cómo es él, el Dios que me salva! En él confío y no tengo más miedo, pues Yavé es mi fuerza y mi canción, él ha sido mi salvación.


Y ¿quién es como tu pueblo Israel? ¿Hay otra nación en la tierra que haya sido comprada por un Dios para hacerla su pueblo, para darle un nombre, para ejecutar en favor de ella grandes y terribles cosas y para expulsar ante ese pueblo a las demás naciones con sus dioses?


Yavé, que es mi Señor, es mi fuerza el da a mis pies la agilidad de un ciervo y me hace caminar por las alturas. Salmo para el maestro del coro, con instrumentos de cuerdas.


El Señor es un baluarte y un escudo, el Señor dará la gracia y la gloria a los que marchan rectamente: ninguna bendición les negará.


Digan a Dios: ¡Qué terribles son tus obras! Tu fuerza es tal que tus enemigos se convierten en tus aduladores.


En el Señor nosotros esperamos, él es nuestra defensa y nuestro escudo;'


Los hijos de extranjeros me adulan, apenas oyen mi voz, me obedecen.


Lo estableció en las tierras altas, lo alimentó de los frutos del campo, le dio a gustar la miel de una peña que sale como aceite del hueco de la roca,


Después de estos sucesos, Yavé dirigió su palabra a Abram en una visión, y le dijo: 'No temas, Abram, yo soy tu protector. Tu recompensa será muy grande.


Todos los demás fueron exterminados por la espada que sale de la boca del que monta el caballo, y todas las aves se hartaron de su carne.


En su mano derecha tiene siete estrellas; de su boca sale una espada aguda de doble filo y su cara brilla como el sol cuando está en su máximo esplendor.


sufrimos y luchamos porque tenemos nuestra esperanza puesta en el Dios vivo, salvador de todos los hombres, en especial de los creyentes.


Los saqueadores han subido a todas las alturas peladas del desierto, pues Yavé tiene una espada que devora de un extremo al otro del país y nadie se salvará.


Aquel día Yavé castigará con su espada firme, grande y pesada a la serpiente Leviatán, que siempre sale huyendo, a Leviatán, que es una serpiente astuta, y matará al dragón del mar.


Dichoso el pueblo que esta suerte tiene, dichoso el pueblo cuyo Dios es el Señor.


Cíñete ya la espada, poderoso, con gloria y con honor


Es feliz la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él escoge como herencia.


El Señor tiene su espada afilada, su arco tenso y la flecha apuntando.


¡Qué hermosas son tus tiendas, oh Jacob, tus moradas, oh Israel!


¡Ay, espada de Yavé! ¿Hasta cuándo estarás sin descansar? Métete en tu vaina. ¡Párate, tranquilízate!


Los enemigos del Señor le adularían y su espanto jamás terminaría.


Los extranjeros buscan mi amistad, apenas oyen mi voz, me obedecen.


Inmediatamente los tres grupos tocaron el cuerno y rompieron los cántaros. Tomaron las antorchas con la mano izquierda sin dejar de tocar el cuerno que sostenían en la mano derecha, y gritaban: '¡Espada para Yavé y Gedeón!'


eliminarán delante de ustedes a todos los habitantes del país. Destruirán sus estatuas de metal fundido, y arrasarán todos los santuarios altos.


Pregunta a los tiempos pasados. Investiga desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra. Pregunta desde un extremo a otro del mundo: ¿Hubo jamás una cosa tan extraordinaria como ésta? ¿Se ha oído cosa semejante?


¿Acaso algún dios ha intentado tomarse un pueblo y sacarlo de en medio de otro pueblo a fuerza de pruebas y de señales, de milagros y de combates, actuando con mano firme y dando grandes golpes, realizando esas cosas grandes que Yavé hizo por ustedes en Egipto y que tú viste con tus propios ojos?


El es mi roca, en él me refugio. Es mi escudo, mi salvación, mi ciudadela y mi refugio: mi salvador me salva de la violencia.


Ezequías y los jefes vinieron a ver los montones y bendijeron a Yavé y a su pueblo Israel.


Dichoso el hombre que no va a reuniones de malvados, ni sigue el camino de los pecadores ni se sienta en la junta de burlones,


Dichoso el que es absuelto de pecado y cuya culpa le ha sido borrada.


Dichoso el hombre aquel a quien Dios no le nota culpa alguna y en cuyo espíritu no se halla engaño.


Reconozcan el poder de Dios, él es grande en Israel, y en lo alto, poderoso.


entonces, te sentirás feliz con Yavé. Yo te llevaré por las cumbres de la tierra, y te mantendré con la propiedad de tu padre Jacob; la boca de Yavé te lo asegura.


Ya estás destruido, Israel, ¿quién vendrá en tu ayuda?


Pero no, pues Yavé jura, por su Tierra Santa, que jamás ha de olvidar lo que ustedes hacen.


Los extranjeros pierden el ánimo, y salen temblando de sus fortalezas.


Este tendrá su casa en las alturas, vivirá seguro como en un castillo edificado sobre un peñasco y nunca le faltarán pan ni agua.


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