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Deuteronomio 32:41 - Biblia Católica (Latinoamericana)

41 afilaré la punta de mi espada, y mi mano empuñará el Juicio; me vengaré de mis adversarios, y daré el pago a quienes me aborrecen.

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Biblia Reina Valera 1960

41 Si afilare mi reluciente espada, Y echare mano del juicio, Yo tomaré venganza de mis enemigos, Y daré la retribución a los que me aborrecen.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

41 cuando afile mi espada reluciente y comience a hacer justicia, me vengaré de mis enemigos y daré su merecido a los que me rechazan.

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La Biblia Textual 3a Edicion

41 Cuando afile la hoja centelleante de mi espada, Y mi mano empuñe el juicio, Tomaré venganza de mis adversarios, Y daré el pago a los que me aborrecen.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

41 cuando yo afile el rayo de mi espada, cuando mi mano empuñe la justicia, tomaré venganza de mis adversarios y daré su merecido a los que me odian.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

41 Si afilare mi reluciente espada, y mi mano tomare el juicio, yo tomaré venganza de mis enemigos, y daré el pago a los que me aborrecen.

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Deuteronomio 32:41
29 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Porque Yavé va a venir a juzgar, por medio del fuego y a probar a todo mortal. Entonces serán muchas las víctimas de Yavé:


Aquel día Yavé castigará con su espada firme, grande y pesada a la serpiente Leviatán, que siempre sale huyendo, a Leviatán, que es una serpiente astuta, y matará al dragón del mar.


El Señor tiene su espada afilada, su arco tenso y la flecha apuntando.


traidores, sinvergüenzas, llenos de orgullo, más amigos de los placeres que de Dios;'


Los proyectos de la carne están en contra de Dios, pues la carne no se somete a la ley de Dios, y ni siquiera puede someterse.


y calumnias. Desafían a Dios, son altaneros, orgullosos, farsantes, hábiles para lo malo y no obedecen a sus padres.


En el libro del profeta Isaías estaba escrito: 'Mira, te voy a enviar a mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino.


También sobre ustedes, etíopes, pende la amenaza de mi espada...


Todos se asustarán y muchos morirán, porque en todas las puertas he puesto la espada para la masacre; lanza destellos, reluce para la masacre.


Llamen a los arqueros para que ataquen a Babilonia. Ustedes que manejan el arco, pongan sus campamentos alrededor de ella, para que nadie pueda escapar. Páguenle a ella según sus obras; todo lo que ella hizo, hagan con ella, porque se portó insolente con Yavé, con el Santo de Israel.


Oigo ruidos como un griterío que viene de la ciudad, o como voces que salen del Templo: es la voz de Yavé que da su merecido a sus enemigos.


A cada uno le va a dar su merecido: enojo para sus adversarios y castigo para sus enemigos.


Por eso, dice el Señor Yavé Sabaot, el Fuerte de Israel: 'Me desquitaré con mis adversarios me vengaré de mis enemigos.


¡A mí la venganza y la sanción en el momento que su pie vacile! Pues se acerca el día de su ruina, y pronto llega su fin.


Ante ellas no te hincarás ni les rendirás culto; porque yo, Yavé, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la maldad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian.


No te postres ante esos dioses, ni les sirvas, porque yo, Yavé, tu Dios, soy un Dios celoso. Yo pido cuentas a hijos, nietos y biznietos por la maldad de sus padres que no me quisieron.


Cuando el Arca partía, Moisés decía: '¡Levántate, Yavé! ¡Que se dispersen tus enemigos, que huyan ante ti los que te odian!'


Amen al Señor todos sus fieles, pues él guarda a los que le son leales, pero les devolverá el doble a los soberbios.


Sin embargo, oigan lo que les dice Yavé a todos ustedes, los judíos que viven en Egipto: Juro por mi Nombre poderoso, dice Yavé, que en todo Egipto no habrá en adelante un solo judío que pronuncie mi nombre; no quedará nadie para decir: 'Por vida del Señor, Yavé.


¡Escuchen! Son los fugitivos y los que escaparon del país de Babilonia que vienen a contar en Sión la venganza de Yavé nuestro Dios.


Yavé es un Dios celoso y vengador. Se venga contra sus adversarios y su ira es terrible.


pero castiga en su propia persona a quien lo odia, y lo sanciona sin demora.


Tiene en su mano, siempre preparadas, armas mortíferas y flechas encendidas.


para aplicarles la sentencia escrita: eso es un honor para todos los suyos.


Por eso, así habla Yavé de los Ejércitos, el Dios de Israel: Estoy listo para castigar al rey de Babilonia y a su país, como ya castigué al rey de Asur.


Le encomendaré a mi pueblo de Israel mi venganza contra Edom; tratará a Edom según mi cólera y mi furor; y reconocerán mi venganza, palabra de Yavé.


Numerosos pueblos quedarán espantados al ver tu suerte, sus reyes se pondrán a tiritar cuando haga pasar mi espada delante de ellos, cada uno temerá por su vida en el día de tu ruina.


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