Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Deuteronomio 32:10 - Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Lo encontró en el desierto, en la soledad rugiente, y lo cubrió, lo alimentó, lo cuidó como a la niña de sus ojos.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

10 Le halló en tierra de desierto, Y en yermo de horrible soledad; Lo trajo alrededor, lo instruyó, Lo guardó como a la niña de su ojo.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Él lo encontró en un desierto, en un páramo vacío y ventoso. Lo rodeó y lo cuidó; lo protegió como a sus propios ojos.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

10 Lo halló en una tierra desértica, En el yermo, con aullidos de desolación. Lo envuelve y lo sustenta, Lo protege como a la niña de sus ojos.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Lo halla en tierra desierta, en vasta soledad, entre aullidos salvajes; lo rodea de cuidados, lo atiende, lo guarda como a la niña de sus ojos.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Lo halló en tierra desierta, en desierto horrible y yermo; lo condujo alrededor, lo instruyó, lo guardó como la niña de su ojo.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Deuteronomio 32:10
25 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Yo te conocí en el desierto, en esa tierra seca.


El que estaba de pie le dijo: 'Corre a decir a este joven que Jerusalén será una ciudad abierta, pues será inmenso el número de habitantes y de animales que habrá en su interior.


Guárdame como a la niña de tus ojos, escóndeme a la sombra de tus alas,


Ya no preguntan: ¿Dónde está Yavé, que nos hizo salir de Egipto y nos llevó a través del desierto, tierra de estepas y barrancas, tierra árida y tenebrosa, tierra sin habitantes y por donde no transita nadie?


¿Quién es esa que sube del desierto apoyada en su amado?


Observa mis órdenes y vivirás, guarda mi enseñanza como a la niña de tus ojos.


conoces su voluntad porque la Ley te la enseñó, y sabes cómo actuar según las circunstancias...;'


Desde el cielo te hizo oír su voz, para que lo temas, y sobre la tierra viste su gran fuego: desde en medio del fuego oíste sus palabras,


Grande, bajo todo punto de vista. En primer lugar, fue a los judíos a quienes confió Dios su palabra.


Al fin, habiendo partido del Horeb, enfrentamos aquel enorme y temible desierto que vieron, camino de la montaña del amorreo, como Yavé nos lo mandaba, y llegamos a Cadés Barné.


y en el desierto. Han visto cómo los llevó durante todo el camino, como un padre lleva a su hijo, hasta que llegamos a este lugar.


pero él, que derrama el desprecio sobre los grandes y los hace errar en un desierto sin caminos,


en todas sus pruebas. No era un delegado ni un ángel, sino él mismo, quien los salvaba. Lleno de amor y de piedad, él mismo los rescataba; se encargó de ellos y los guió durante todo el tiempo pasado.


¿Acaso no sucedió esto porque has abandonado a Yavé, tu Dios, que te indicaba el camino?


De la misma manera que un hombre se ciñe un cinturón a la cintura, así quise tener junto a mí a la gente de Judá para que fueran mi pueblo, mi honra, mi gloria y mi adorno, pero ellos no han escuchado.


Nadie tuvo compasión de ti, nadie te cuidó, ni siquiera por piedad; el día en que viniste al mundo, a nadie interesabas y te dejaron en el suelo en medio del campo.


Los juzgaré, dice Yavé, como juzgué a sus padres en el desierto de Egipto.


Yo, sin embargo, le enseñaba a andar a Efraím, sujetándolo de los brazos, pero ellos no entendieron que yo cuidaba de ellos.


Amán contó detalladamente a su mujer Zerés y a todos sus amigos lo que acababa de pasarle. Esos hombres sabios y también su mujer Zerés le dijeron: 'Si Mardoqueo es de raza judía y si tú has comenzado a decaer, no podrás nada contra él. Tendrás que ceder ante él».


Porque esto es lo que dice Yavé, que me ha enviado con su poder, respecto de las naciones que los han asaltado a ustedes: 'El que a ustedes los toca me pega en la pupila del ojo.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម