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Deuteronomio 28:28 - Biblia Católica (Latinoamericana)

28 Te castigará Yavé con la locura, la ceguera y la pérdida de los sentidos.

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Biblia Reina Valera 1960

28 Jehová te herirá con locura, ceguera y turbación de espíritu;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

28 El Señor te castigará con locura, ceguera y pánico.

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La Biblia Textual 3a Edicion

28 YHVH te golpeará con demencia, con ceguera, y con turbación de corazón,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 Yahveh te herirá de locura, de ceguera y de demencia;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

28 Jehová te herirá con locura y con ceguera, y con angustia de corazón.

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Deuteronomio 28:28
16 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Ese día, dice Yavé, desfallecerá el corazón del rey y de los jefes; los sacerdotes temblarán de miedo, y los profetas, de espanto.


El espíritu de Yavé se retiró de Saúl y un mal espíritu que provenía de Yavé le producía terror.


Atiendan ustedes, gente engreída, asómbrense y desaparezcan. Porque voy a realizar en sus días una obra tal, que si se la contaran no la creerían.


Se debilitarán por falta de pan y de agua, y así perecerán a causa de sus pecados.


Impusiste a tu pueblo duras pruebas, nos diste a beber vino embriagante.


Pues yo voy a realizar una cosa nueva, que ya aparece. ¿No la notan? Sí, trazaré una ruta en las soledades y pondré praderas en el desierto.


Hirieron de ceguera a los hombres que estaban fuera, desde el más joven hasta el más viejo, de modo que no fueron ya capaces de encontrar la puerta.


Te herirá Yavé con las úlceras y plagas de Egipto, con tumores, sarna y tiña, de las que no podrás sanar.


Andarás a tientas en pleno mediodía, como anda el ciego en la oscuridad, y fracasarás en tus empresas. Siempre serás un hombre oprimido y despojado, sin que nadie salga en tu defensa.


Vagaban ellos como ciegos por las calles, manchados estaban de sangre; por lo que nadie podía tocar sus vestiduras.


Cuando te sucedan todas estas cosas acerca de la bendición o maldición que te he propuesto, te acordarás de ellas en medio de las naciones donde Yavé, tu Dios, te haya arrojado.


Josué leyó todas las palabras de la Ley, la bendición y la maldición, como está escrito en el Libro de la Ley.


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