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Deuteronomio 23:6 - Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Pero Yavé, tu Dios, no escuchó a Balaam y cambió la maldición por bendición, porque Yavé te ama.

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Biblia Reina Valera 1960

6 No procurarás la paz de ellos ni su bien en todos los días para siempre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Jamás en tu vida buscarás el bienestar ni la prosperidad de los amonitas ni de los moabitas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Nunca procurarás su paz ni su bienestar en todos tus días.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Pero Yahveh, tu Dios, no quiso escuchar a Balaán, sino que Yahveh, tu Dios, trocó la maldición en bendición, porque Yahveh, tu Dios, te ama.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 No procurarás la paz de ellos ni su bien en todos los días para siempre.

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Deuteronomio 23:6
9 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

No den pues sus hijas en matrimonio a los hijos de ellos ni tomen sus hijas para los hijos de ustedes. No hagan nada por su felicidad y prosperidad. Si actúan según mi Ley, ustedes serán poderosos, comerán los productos del país y lo dejarán como herencia a sus hijos para siempre.


Después desterró a todos los habitantes de la ciudad, los condenó a trabajos forzados con el serrucho, la picota o el hacha y los empleó en la fabricación de ladrillos. Así actuó David con todas las ciudades de los amonitas, y después regresó a Jerusalén con todo su ejército.


Venció igualmente a los moabitas. Los hacía tender en tierra y medir con un cordel: dos cordeles para los que estaban destinados a la muerte, y un cordel, a los que se perdonaba la vida. Los moabitas quedaron sometidos a David y le pagaron contribuciones.


el rey comentaba: '¿No es esta la gran Babilonia que construí con mi poder y mi fuerza, la que he convertido en mi residencia real y que será la gloria de mi reino?'


Se enojó Balac con Balaam; golpeó las manos, y le dijo: '¡Te hice venir para que maldijeras a mis enemigos, y tú, en cambio, los has bendecido tres veces!'


Más bien te ha elegido por el amor que te tiene y para cumplir el juramento hecho a tus padres. Por eso Yavé, con mano firme, te sacó de la esclavitud y del poder de Faraón, rey de Egipto.


A lo mejor Yavé toma en cuenta esta mi pena para devolverme la felicidad después de la maldición de hoy'.


Acuérdate, pueblo mío, de lo que pensaba hacer contigo Balac, rey de Moab, y de lo que le respondió Balaam, hijo de Beor. Te hizo pasar desde Sitim hasta Guilgal, para que así conozcas a Yavé.


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