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Deuteronomio 2:5 - Biblia Católica (Latinoamericana)

5 no los ataquen, porque yo no les daré nada de su tierra, ni siquiera donde poner el pie. Sepan que los cerros de Seír se los he dado en posesión a Esaú,

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Biblia Reina Valera 1960

5 No os metáis con ellos, porque no os daré de su tierra ni aun lo que cubre la planta de un pie; porque yo he dado por heredad a Esaú el monte de Seir.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 No los molesten, porque yo les he dado como propiedad toda la zona montañosa que rodea el monte Seir, y a ustedes no les daré ni un metro cuadrado de esa tierra.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 no los provoquéis, porque de su tierra no os daré ni la huella de un pie, porque a Esaú he dado por heredad la serranía de Seir.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 de atacarles, porque yo no os daré nada de su tierra, ni siquiera lo que huella la planta del pie, pues yo he dado la montaña de Seír en posesión a Esaú.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 No os metáis con ellos; que no os daré de su tierra ni aun el ancho de la planta de un pie; porque yo he dado por heredad a Esaú el monte de Seir.

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Deuteronomio 2:5
13 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

A Isaac le di a Jacob y Esaú. Le di el monte Seir a Esaú como su propiedad; pero Jacob y sus hijos bajaron a Egipto.


Fue así que Esaú se ubicó en los montes de Seír. Esaú es Edom.


Habiendo sacado de un solo tronco toda la raza humana, quiso que se estableciera sobre toda la faz de la tierra, y fijó para cada pueblo cierto lugar y cierto momento de la historia.


Y no le dio en él propiedad alguna, ni siquiera un pedacito de tierra donde poner el Pie, sino que le prometió dárselo en posesión a él y a su descendencia después de él. Se lo dijo a pesar de que no tenía hijos.


Para él todos los habitantes de la tierra son como la nada, hace lo que quiere con los ejércitos de los cielos y con los habitantes de la tierra; nadie puede oponerse a su poder ni decirle: ¿Qué haces?'


Al rey Nabucodonosor le ocurrió todo eso.


Yo hice, con mi gran poder y con mis intervenciones, la tierra, el hombre y los animales que existen sobre ella, y los doy a quien se me antoje.


Cuando el Altísimo dio a cada pueblo su tierra, cuando repartió a los hijos de Adán, fijó las fronteras de los pueblos según el número de los Hijos de Dios.


y ustedes les comprarán con plata los alimentos que coman, e incluso el agua.


Lo mismo había hecho con los horitas que fueron exterminados en Seír por los hijos de Esaú. Y los amonitas habitaron la tierra de los refaítas hasta el día de hoy.


Estos son los descendientes de Esaú, padre de los edomitas, que viven en la región montañosa de Seír. Y éstos son los nombres de los hijos de Esaú:


Vuelve tu mirada hacia la montaña de Seír y profetiza contra ella. Así le dirás


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