Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Deuteronomio 18:16 - Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Acuérdate de lo que pediste a Yavé, tu Dios, en el Horeb, el día de la Asamblea; tú dijiste: 'No puedo seguir más oyendo la voz de Yavé, ni soportar este gran fuego, y si me quedo mirando, voy a morir.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

16 conforme a todo lo que pediste a Jehová tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

16 pues eso fue lo que ustedes le pidieron al Señor su Dios cuando estaban reunidos al pie del monte Sinaí. Dijeron: “No queremos oír nunca más la voz del Señor nuestro Dios ni ver este fuego ardiente, porque moriremos”.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

16 Conforme a todo lo que pediste a YHVH tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a escuchar la voz de YHVH mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Es lo que pediste a Yahveh, tu Dios, en el Horeb, el día de la asamblea, diciendo: 'No vuelva yo a oír la voz de Yahveh, mi Dios, ni a ver más ese gran fuego, para no morir'.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

16 Conforme a todo lo que pediste a Jehová tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Deuteronomio 18:16
8 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Entonces dijeron a Moisés: 'Habla tú con nosotros, que te escucharemos; pero que no hable Dios, no sea que muramos.


Entonces me dio Yavé las dos tablas de piedra escritas por el dedo de Dios. Todas sus palabras estaban ahí escritas, todas las palabras que les dijo en el monte, desde en medio del fuego, en el día de la asamblea.


con el sonido de trompetas y una voz tan potente que los hijos de Israel suplicaron que no se les hablara más.


Mientras tanto, todo el pueblo estaba mirando: todo era truenos, relámpagos y sonido de trompeta en el cerro que humeaba. Al verlo el pueblo temblaba de miedo, y se mantenían a distancia.


Yavé escribió en las tablas eso mismo que había en las primeras, las diez palabras que les dijo en el monte desde en medio del fuego, en el día de la Asamblea, y me las dio.


Yavé, nuestro Dios, nos habló así en el monte Horeb: Ustedes han demorado bastante tiempo en esta montaña.


Entonces Yavé extendió su mano y me tocó la boca, diciéndome: 'En este momento pongo mis palabras en tu boca.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម