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Deuteronomio 15:9 - Biblia Católica (Latinoamericana)

9 No te dejes llevar por consideraciones indignas como de ser ésta: 'Ya pronto llega el año séptimo, el año de la remisión', y mires entonces con malos ojos a tu hermano pobre y no le prestes nada. No sea que llame contra ti a Yavé y cargues tú con un pecado.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Guárdate de tener en tu corazón pensamiento perverso, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión, y mires con malos ojos a tu hermano menesteroso para no darle; porque él podrá clamar contra ti a Jehová, y se te contará por pecado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 No seas mezquino ni le niegues un préstamo a alguien por el hecho de que se acerca el año para anular las deudas. Si te niegas a dar el préstamo, y la persona con necesidad clama al Señor, serás culpable de pecado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Guárdate que no haya en tu corazón alguna intención maligna, y te digas: Se acerca el año séptimo, año de remisión. Y mires con malos ojos a tu hermano pobre para no darle, y clame contra ti a YHVH, y sea en ti pecado.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Guárdate de que surjan en tu corazón estos designios rastreros: 'Se acerca el año séptimo, el año de la remisión', y mires con malos ojos a tu hermano pobre y no le des nada, no sea que él clame contra ti a Yahveh y cargues con un pecado.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Guárdate que no haya en tu corazón perverso pensamiento, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión; y tu ojo sea maligno sobre tu hermano menesteroso para no darle: que él podrá clamar contra ti a Jehová, y se te imputará a pecado.

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Deuteronomio 15:9
30 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Le pagarás cada día, antes de la puesta del sol, porque es pobre y está pendiente de su salario. No sea que clame a Yavé contra ti, pues tú cargarías con un pecado.


¿No tengo derecho a llevar mis cosas de la manera que quiero? ¿O será porque soy generoso y tú envidioso?'


Hermanos: no se peleen unos con otros, y así no serán juzgados; miren que el juez está a la puerta.


Yo, Yavé, yo escudriño el corazón y sondeo las entrañas; yo doy a cada cual según su conducta y según el fruto de sus obras.


se despertará mi enojo y a ustedes los mataré a espada; viudas quedarán sus esposas y huérfanos sus hijos.


El salario de los trabajadores que cosecharon sus campos se ha puesto a gritar, pues ustedes no les pagaron; las quejas de los segadores ya habían llegado a los oídos del Señor de los ejércitos.


Del corazón proceden los malos deseos, asesinatos, adulterios, inmoralidad sexual, robos, mentiras, chismes.


El hombre interesado corre tras la riqueza, no sabe que la miseria lo está esperando.


No comas el pan de un hombre interesado, no codicies sus manjares delicados,


mientras hasta élsubía el grito de los débiles: él escuchaba el lamento de los pobres.


Yavé dijo: 'He visto la humillación de mi pueblo en Egipto, y he escuchado sus gritos cuando lo maltrataban sus mayordomos. Yo conozco sus sufrimientos,


Acójanse unos a otros en sus casas sin quejarse.


El que sabe, pues, lo que es correcto y no lo hace, está en pecado.


No sin razón dice la Escritura que el espíritu que habita en nosotros quiere tener cada vez más;'


el tonto, por su parte, se dedica a cometer el pecado, y el burlón, a hacerse odiar por todos.


El que pone oídos sordos al grito del afligido, cuando llame no le responderán.


Primero que nada, vigila tu corazón, porque en él está la fuente de la vida.


Pues pide cuentas por la sangre vertida, se acuerda de los oprimidos y no olvida su clamor.


Cada siete años ustedes perdonarán las deudas.


Los pobres son despojados, gimen los humildes, ahora me levanto -dice el Señor- y prestaré socorro al que es despreciado.


Nada tendré en vista que pueda ser malvado. Odio el proceder de los extraviados, no permitiré que se me pegue.


Si ustedes lo hacen, ellos clamarán a mí, y yo escucharé su clamor,


dándoles esta orden: 'Cada siete años, en el año de la Remisión, en el tiempo fijado que es la fiesta de las Tiendas,


El que desprecia a su prójimo comete un pecado; feliz el que tiene piedad de los desgraciados.


Al cabo de siete años cada uno de ustedes dejará libre a su hermano. La persona de raza hebrea que se haya vendido a ti estará a tu servicio seis años y luego la despedirás libre. Pero sus padres no me escucharon ni se fijaron en esto.


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