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Deuteronomio 10:17 - Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Porque Yavé es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, el Dios grande, el Dios fuerte y terrible, el que da un trato igual a todos y no se deja comprar con regalos.

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Biblia Reina Valera 1960

17 Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 »Pues el Señor tu Dios es Dios de dioses y Señor de señores. Él es el gran Dios, poderoso e imponente, que no muestra parcialidad y no acepta sobornos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 porque YHVH vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y terrible, que no hace favoritismo° ni admite soborno,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Porque Yahveh vuestro Dios, es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, el Dios grande, fuerte y terrible, que no hace acepción de personas ni admite soborno;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses, y Señor de señores, Dios grande, poderoso, y terrible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho;

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Deuteronomio 10:17
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Entonces Pedro tomó la palabra y dijo: 'Verdaderamente reconozco que Dios no hace diferencia entre las personas.


porque Dios no hace distinción de personas.


En cuanto a los dirigentes de más consideración (lo que hayan sido antes no me importa, pues Dios no se fija en la condición de las personas), no me pidieron que hiciera marcha atrás.


El rey se dirigió entonces a Daniel y le dijo: 'En verdad el Dios de ustedes es el Dios de los dioses, el Señor de los reyes; es él quien da a conocer los misterios ya que tú pudiste revelárnoslos.


No toma el partido de los príncipes ni distingue entre el rico y el pobre, porque todos son obra de sus manos.


Ahora, oh Dios nuestro, tú, el Dios grande, poderoso y terrible, que siempre mantienes tu alianza y tu bondad, no seas insensible ante todas esas pruebas que han caído sobre nosotros, nuestros reyes, nuestros jefes, nuestros sacerdotes, nuestros profetas y todo nuestro pueblo desde los días de los reyes de Asiria hasta ahora.


No les tengas miedo, porque Yavé, tu Dios, Dios grande y terrible, está en medio de ti.


En el manto y en el muslo lleva escrito este título: 'Rey de reyes y Señor de señores.


Y ustedes, patrones, actúen con sus siervos de la misma manera y dejen a un lado las amenazas; tengan presente que ellos y ustedes tienen en el cielo un mismo Señor, y que ése no hace distinción de personas.


El Dios de los dioses, Yavé, el Dios de los dioses, sabe la verdad e Israel debe saberla. Si nos hubiéramos rebelado contra Yavé, si le hubiésemos sido infieles, entonces que Yavé no nos perdone.


Harán la guerra al Cordero, pero el Cordero los vencerá, porque es Señor de señores y Rey de reyes, y con él vencerán los suyos, los llamados y elegidos y que se mantienen fieles.


En su orgullo, el rey hará todo lo que quiera, se pondrá por encima de todos los dioses; hasta pronunciará palabras insolentes contra el Dios de los dioses, y todo le resultará hasta que la Cólera llegue al colmo, porque lo que está decidido se cumplirá.


Que celebran tu nombre grande y terrible: '¡El es Santo!'


y le decía: '¡Ay, Yavé, Dios del Cielo, Dios grande y terrible, que mantienes tu Alianza y tu fidelidad con los que te aman y cumplen tus mandamientos!'


Pero Yavé está conmigo, él, mi poderoso defensor; los que me persiguen no me vencerán. Caerán ellos y tendrán la vergüenza de su fracaso, y su humillación no se olvidará jamás.


Por eso, apenas oigan el toque de la trompeta, vengan a juntarse con nosotros desde el lugar en donde estén y que nuestro Dios combata por nosotros'.


Que el temor a Yavé esté con ustedes. Cuiden bien lo que hacen, porque Yavé, nuestro Dios, no tolera que se hagan favores a uno más que a otro; no soporta a los jueces pervertidos ni a los que se dejan comprar con regalos.


El Padre que invocan no hace diferencias entre personas, sino que juzga a cada uno según sus obras; tomen, pues, en serio estos años en que viven fuera de la patria.


El que no cumple recibirá lo que merece su maldad, pues Dios no hará excepciones a favor de nadie.


Y dijeron a Jesús: 'Maestro, sabemos que eres sincero y que no te inquietas por los que te escuchan, sino que enseñas con franqueza el camino de Dios. Dinos, ¿es contrario a la Ley pagar el impuesto al César? ¿Tenemos que pagarlo o no?'


A su debido tiempo Dios lo manifestará, el Bienaventurado y único Soberano, Rey de reyes y Señor de señores.


No recibas regalos, porque los regalos deslumbran a los prudentes y perjudican los derechos de los justos.


Cuando juzguen, no se dejarán influenciar por persona alguna, sino que escucharán lo mismo al pobre que al rico, al poderoso que al débil, y no tendrán miedo de nadie, pues el juicio es cosa de Dios. Si un problema les resulta demasiado difícil, me lo pasarán a mí, y yo lo veré.


No torcerás el derecho ni te fijarás en la condición de las personas. No aceptarás regalos, porque los regalos ciegan los ojos de los sabios y se hacen en perjuicio de los justos. ¡Justicia!


No violarás el derecho del forastero, ni del huérfano, ni tomarás en prenda las ropas de la viuda.


Maldito el que acepta soborno para matar a un inocente. Todo el pueblo dirá: ¡Amén!


El imperio crece con él y la prosperidad no tiene límites, para el trono de David y para su reino: El lo establece y lo afianza por el derecho y la justicia, desde ahora y para siempre. Sí, así será, por el amor celoso de Yavé Sabaot.


Viste como se desprendió una roca de la montaña sin que mano alguna la tocara, y como pulverizó el hierro, el bronce, la arcilla, la plata y el oro: eso mismo va a acontecer. El Dios grande ha dado a conocer al rey lo que algún día va a pasar; como el sueño fue así, su interpretación también es exacta'.


Tú mantienes tu bondad por mil generaciones, pero castigas la falta de los padres en sus hijos. ¡Oh Dios grande y poderoso, que te llamas Yavé de los Ejércitos,


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