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Daniel 8:7 - Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Vi como embestía al carnero: lo golpeó furiosamente y le quebró ambos cuernos sin que el carnero opusiera resistencia. Lo tiró al suelo, lo pisoteó y nadie pudo librar al carnero de sus manos.

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Biblia Reina Valera 1960

7 Y lo vi que llegó junto al carnero, y se levantó contra él y lo hirió, y le quebró sus dos cuernos, y el carnero no tenía fuerzas para pararse delante de él; lo derribó, por tanto, en tierra, y lo pisoteó, y no hubo quien librase al carnero de su poder.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 El chivo atacó con violencia al carnero y le dio un golpe que le quebró ambos cuernos. El carnero quedó indefenso y el chivo lo derribó y lo pisoteó. Nadie pudo rescatar al carnero del poder del chivo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Y lo vi llegar junto al carnero encendido en cólera, e hirió al carnero y rompió sus dos cuernos, y el carnero no tuvo fuerzas para pararse delante de él. Lo derribó, pues, en tierra, y lo pisoteó, y no hubo quien librara al carnero de su poder.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Vi que se acercó al carnero enfurecido contra él. Le embistió y le rompió los dos cuernos sin que el carnero tuviera fuerza para resistirle, lo arrojó en tierra, lo pisoteó y no hubo nadie que librara al carnero de aquel ataque.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 Y lo vi que llegó junto al carnero, y se levantó contra él, y lo hirió, y quebró sus dos cuernos, porque en el carnero no había fuerzas para pararse delante de él; lo derribó, por tanto, en tierra, y lo pisoteó; y no hubo quien librase al carnero de su mano.

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Daniel 8:7
8 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Furioso éste, se pondrá en campaña en contra del rey del norte con un poderoso ejército, y las numerosas tropas del rey del norte caerán en sus manos.


Mientras contemplaba mis visiones nocturnas, percibí a un cuarto animal terrible, espantoso, con increíble poder; tenía grandes dientes de hierro, comía, trituraba, y lo sobrante lo aplastaba con sus patas. Era distinto a todos los animales que lo habían precedido, tenía diez cuernos.


Al darse vuelta, los hombres de Aí vieron el humo que subía desde la ciudad al cielo. No sabían por dónde escapar, porque el pueblo que hasta ese momento huía al desierto, se volvía ahora contra ellos y los perseguía.


Se atropellarán unos a otros como delante de la espada, aunque nadie los persiga. No se podrán tener en pie ante el enemigo.


Se acercó al carnero de dos cuernos que había visto en la orilla y se abalanzó contra él con todas sus fuerzas.


El chivo se hizo muy poderoso, pero, en el colmo de su poder, el gran cuerno se rompió y brotaron en vez de él cuatro cuernos, vueltos a los cuatro vientos del Cielo.


Alcanzó el ejército de los cielos e hizo caer a la tierra una parte de él como estrellas a las que pisoteó.


Se les quitó el poder a los otros animales, pero se les prolongó la vida por el momento hasta la fecha fijada.


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