9 Su follaje era hermoso y sus frutos abundantes. Alimentaba a todos, las fieras salvajes se cobijaban a su sombra, los pájaros del cielo anidaban entre sus ramas, le daba su alimento a todo ser viviente.
9 Beltsasar, jefe de los magos, ya que he entendido que hay en ti espíritu de los dioses santos, y que ningún misterio se te esconde, declárame las visiones de mi sueño que he visto, y su interpretación.
9 »Le dije: “Beltsasar, jefe de los magos, sé que el espíritu de los dioses santos vive en ti y que ningún misterio es demasiado profundo para que lo resuelvas. Dime ahora el significado de mi sueño.
9 Beltsasar, príncipe de los magos, ya que he entendido que el espíritu del Dios santo está en ti, y que ningún misterio se te esconde, he aquí las visiones del sueño que he tenido; declárame ahora su interpretación.
9 Su ramaje era hermoso y su fruto abundante; había en él alimento para todos. A su sombra se cobijaban las bestias del campo, en sus ramas anidaban las aves del cielo, y de él se alimentaba todo ser viviente.
9 Beltsasar, príncipe de los magos, ya que he entendido que hay en ti espíritu de los dioses santos, y que ningún misterio se te esconde, dime las visiones de mi sueño que he visto, y su interpretación.
Hay un hombre en tu reino que tiene en sí el espíritu de los dioses santos. Durante el reinado de tu padre pudieron darse cuenta de que había en él una luz, un juicio y una sabiduría digna de los dioses. Por eso el rey tu padre lo puso como jefe de los adivinos, de los magos, de los brujos y de los astrólogos.
El rey ensalzó a Daniel y le otorgó numerosos y ricos obsequios; lo hizo gobernador de la provincia de Babilonia y el jefe máximo de todos los sabios de Babilonia.
Al fin se presentó Daniel (llamado Baltasar según el nombre de mi Dios), quien tiene en sí el espíritu de los dioses santos. Le conté el sueño y le dije:
Y cualquiera que fuese el tema de filosofía o de reflexión sobre el cual los interrogara, los hallaba diez veces superiores a todos los magos y adivinos de su reino.
Su follaje era hermoso y su fruto abundante. Alimentaba a todo el mundo, las fieras salvajes dormían bajo su sombra y entre sus ramas anidaban las aves del cielo.
¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de la mano de esos dioses poderosos? ¿No fueron ellos los que castigaron a los egipcios con toda clase de plagas en los tiempos del desierto?
El rey se dirigió entonces a Daniel y le dijo: 'En verdad el Dios de ustedes es el Dios de los dioses, el Señor de los reyes; es él quien da a conocer los misterios ya que tú pudiste revelárnoslos.
La plantaré en una alta montaña de Israel, se desarrollará, dará frutos y se convertirá en un cedro magnífico; bajo él descansarán aves de todas las especies, se cobijarán a la sombra de sus ramas.