Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Daniel 10:3 - Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Durante esas tres semanas no probé comidas exquisitas, me privé de carne y de vino y renuncié a cualquier perfume.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

3 No comí manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento, hasta que se cumplieron las tres semanas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 En todo ese tiempo no comí nada pesado. No probé carne ni vino, ni me puse lociones perfumadas hasta que pasaron esas tres semanas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

3 No comí manjar delicado, ni carne ni vino entraron en mi boca, ni me ungí con ungüento, hasta que fueron cumplidas tres semanas enteras.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 No comí manjares delicados; ni carne ni vino entraron en mi boca; y no me ungí hasta que se cumplieron las tres semanas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 No comí pan delicado, ni entró carne ni vino en mi boca, ni me unté con ungüento, hasta que se cumplieron tres semanas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Daniel 10:3
11 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Cuando tú hagas ayuno, lávate la cara y perfúmate el cabello.


Pues bien, ya que ustedes han pisoteado al pobre, exigiéndole una parte de su cosecha, esas casas de piedras canteadas que edifican no las van a ocupar, y de esas cepas escogidas que ahora plantan no probarán el vino.


E incluso llevará a Egipto como botín sus dioses, sus estatuas y sus vasos preciosos de plata y oro. Y durante algunos años mantendrá a raya al rey del norte.


Castigo mi cuerpo y lo tengo bajo control, no sea que después de predicar a otros yo me vea eliminado.


Nínive parece un estanque de aguas; pero de aguas que se van, todos huyen. Nadie vuelve cuando se le grita: 'Detente.


El rey entró en su palacio, ayunó toda la noche y no quiso acostarse con sus concubinas; no pudo dormir.


cuando está hastiado del pan y rechaza los manjares apetitosos.


Y el rey le hizo a Simei este juramento: 'No morirás'.


Tú no me ungiste la cabeza con aceite; ella, en cambio, ha derramado perfume sobre mis pies.


Luego añadió: 'No tengas miedo, Daniel, porque desde el primer día en que trataste de comprender y de humillarte ante la mirada de tu Dios, tus palabras fueron escuchadas y por eso vine yo en persona'.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម