Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Colosenses 3:8 - Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Pues bien, ahora rechacen todo eso: enojo, arrebatos, malas intenciones, ofensas y todas las palabras malas que se pueden decir.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

8 Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 pero ahora es el momento de eliminar el enojo, la furia, el comportamiento malicioso, la calumnia y el lenguaje sucio.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Pero ahora, desechad también vosotros todas estas cosas: Ira, enojo, malicia, maledicencia, lenguaje obsceno de vuestra boca.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Pero ahora dejad a un lado también todas estas otras: ira, animosidad, malignidad, injurias, groserías salidas de vuestra boca.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Mas ahora dejad también vosotros todas estas cosas; ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras sucias de vuestra boca.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Colosenses 3:8
35 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

No salga de sus bocas ni una palabra mala, sino la palabra que hacía falta y que deja algo a los oyentes.


Se les pidió despojarse del hombre viejo al que sus pasiones van destruyendo, pues así fue su conducta anterior,


Lo mismo se diga de las palabras vergonzosas, de los disparates y tonterías. Nada de todo eso les conviene, sino más bien dar gracias a Dios.


Por tanto, hagan morir en ustedes lo que es 'terrenal', es decir, libertinaje, impureza, pasión desordenada, malos deseos y el amor al dinero, que es una manera de servir a los ídolos.


Enójense, pero sin pecar; que el enojo no les dure hasta la puesta del sol,


Innumerables son estos testigos, y nos envuelven como una nube. Depongamos, pues, toda carga inútil, y en especial las amarras del pecado, para correr hasta el final la prueba que nos espera.


El violento multiplica las peleas, el arrebatado comete una y otra falta.


No se mientan unos a otros: ustedes se despojaron del hombre viejo y de sus vicios


Rechacen, pues, toda maldad y engaño, la hipocresía, la envidia y toda clase de chismes.


Temo que, si voy a verlos, no los encuentre como quisiera y que ustedes, a su vez, no me encuentren a mí como desearían. Quizá haya rivalidades, envidias, rencores, disputas, calumnias, chismes, soberbia, desórdenes.


pues continúan siendo carnales. ¿No hay rivalidades y envidias entre ustedes? Entonces son carnales y se portan como la otra gente.


Pero yo les digo: Si uno se enoja con su hermano, es cosa que merece juicio. El que ha insultado a su hermano, merece ser llevado ante el Tribunal Supremo; si lo ha tratado de renegado de la fe, merece ser arrojado al fuego del infierno.


Calma tu enojo, renuncia al rencor, no te exasperes, que te haría mal.


Pero si se muerden y se devoran unos a otros, ¡cuidado!, que llegarán a perderse todos.


Comportémonos con decencia, como se hace de día: nada de banquetes y borracheras, nada de prostitución y vicios, nada de pleitos y envidias.


Entablar un juicio es como abrir una represa; desístete antes que se dé curso a la demanda.


Ahora, sin embargo, estos hombres se dejan llevar por locuras parecidas: envilecen sus cuerpos y desprecian a las autoridades celestiales.


Con sus discursos altisonantes y vacíos alientan las pasiones y los deseos impuros en aquellos que acababan de liberarse, y los hacen recaer en el error.


¿Y no son ellos los que blasfeman el glorioso nombre de Cristo que ha sido pronunciado sobre ustedes?


Entre ellos están Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendieran a no enseñar barbaridades.


Porque yo fui en un comienzo un opositor, un perseguidor y un violento. Pero él me perdonó porque obraba de buena fe cuando me negaba a creer,


depongamos toda vanagloria, dejemos de querer ser más que los demás y de ser celosos.


culto de los ídolos y magia; odios, ira y violencias; celos, furores, ambiciones, divisiones, sectarismo'


infidelidad matrimonial, codicia, maldad, vida viciosa, envidia, injuria, orgullo y falta de sentido moral.


Los hombres fueron abrasados y empezaron a insultar a Dios, que tiene poder sobre tales plagas, en vez de reconocerle y darle gloria.


El que se ha enojado debe pagar; si se le perdona, volverá a hacerlo.


olas embravecidas del mar que arrojan la espuma de sus vicios; estrellas errantes a las que esperan las tinieblas eternas.


Pero en cambio salvó a Lot, hombre recto que se sentía profundamente afligido por la conducta desenfrenada de aquella gente viciosa.


Por eso, no más mentiras; que todos digan la verdad a su prójimo, ya que todos somos parte del mismo cuerpo.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម