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Cantares 4:3 - Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Tus labios son una cinta roja, y tu hablar es encantador. Tus mejillas son las mitades de una granada a través de tu velo.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Tus labios como hilo de grana, Y tu habla hermosa; Tus mejillas, como cachos de granada detrás de tu velo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Tus labios son como una cinta escarlata; tu boca me cautiva. Tus mejillas son como granadas color rosa detrás de tu velo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Tus labios son como una cinta de grana, Y tu hablar, gracioso. Tus mejillas, cual granada partida Detrás de tu velo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Tus labios, como cinta de escarlata y tu boca graciosa. Tus mejillas, como mitades de granada a través de tu velo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Tus labios, como hilo de grana, y tu habla hermosa; tus mejillas, como cachos de granada entre tus guedejas.

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Cantares 4:3
29 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Tus mejillas, son las mitades de una granada detrás de tu velo.


Su hablar es lo más suave que hay y toda su persona es un encanto. Hijas de Jerusalén, así es mi amado, así es mi amigo. KCoro:


Cuando entremos en este territorio, amarrarás este cordón de hilo rojo a la ventana por donde nos hiciste bajar. Reunirás junto a ti en tu casa a tu padre, tu madre, tus hermanos y a toda la familia de tu padre.


Cuando Moisés terminó de proclamar ante el pueblo todas las ordenanzas de la Ley, tomó sangre de terneros y de chivos, la mezcló con agua, lana roja e hisopo y roció el propio libro del testamento y al pueblo, diciendo:


Que su conversación sea agradable y no le falte su granito de sal. Sepan contestar a cada uno lo que corresponde.


No salga de sus bocas ni una palabra mala, sino la palabra que hacía falta y que deja algo a los oyentes.


Todos lo aprobaban y se quedaban maravillados, mientras esta proclamación de la gracia de Dios salía de sus labios. Y decían: '¡Pensar que es el hijo de José!'


El hombre bueno saca cosas buenas del bien que guarda dentro, y el que es malo, de su mal acumulado saca cosas malas.


Entonces te acordarás, te sentirás llena de vergüenza y no te atreverás a abrir la boca cuando te perdone todo lo que has hecho, palabra de Yavé.


Me dije: subiré a la palmera, míos son esos racimos de dátiles. ¡Sean tus pechos como racimos de uvas y tu aliento como perfume de manzanas!


sus mejillas, plantaciones de balsameras, cultivo de plantas olorosas. Sus labios son lirios que destilan mirra pura.


Los labios de mi novia destilan pura miel; debajo de tu lengua se encuentra leche y miel, y la fragancia de tus vestidos es la de los bosques del Líbano.


Lo que dice es siempre muy juicioso, tiene el arte de transmitir la piedad.


En los labios del hombre inteligente sólo hay sabiduría, la espalda del insensato merece palos.


Con mis labios he enumerado todos los juicios de tu boca.


Tú eres el más hermoso entre los hombres, en tus labios la gracia se derrama, así Dios te bendijo para siempre.


Medita el justo los dichos de los sabios y si habla, expresa lo que es justo.


y le dije: 'Estoy tan avergonzado y confundido que no me atrevo a levantar mi cara hacia ti, Dios mío. Nuestras faltas se han acumulado de tal forma que han sobrepasado nuestras cabezas, y nuestro pecado ha subido hasta el Cielo.


Después el sacerdote tomará leña de cedro, de hisopo y de granado y la echará a la hoguera donde se queme la vaca.


Extenderán sobre ella un paño carmesí, que cubrirán con una cubierta de cuero fino, y después le pondrán las varas.


Tomará luego el pájaro vivo, la madera de cedro, la escarlata y el hisopo, y los mojará, incluso el pájaro vivo, en la sangre del pájaro inmolado sobre el agua fresca.


El sacerdote mandará traer para el que ha de ser purificado dos pájaros vivos y puros, madera de cedro, escarlata e hisopo.


Luego oró así: 'Yavé, Dios de mi padre Abrahán y Dios de mi padre Isaac, tú me dijiste: Vuelve a tu patria, a la tierra de tus padres que yo seré bueno contigo.


Soy morena, pero bonita, hijas de Jerusalén, como las carpas de Quedar, como las carpas de Salomón.


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