Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Cantares 2:10 - Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Mi amado empieza a hablar y me dice:

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

10 Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Mi amante me dijo: «¡Levántate, amada mía! ¡Ven conmigo, mi bella mujer!

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

10 Mi amado habló, y me dijo: Él ¡Oh amada mía, hermosa mía, levántate y sal conmigo!

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Mi amado me llama y me dice: ¡Levántate, amada mía, hermosa mía, y ven!

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amada mía, hermosa mía, y ven.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Cantares 2:10
18 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Las higueras echan sus brotes y las viñas nuevas exhalan su olor. Levántate, amada mía, hermosa mía, y ven.


El Espíritu y la Esposa dicen: '¡Ven!' Que el que escucha diga también: '¡Ven!' El que tenga sed, que se acerque; y el que lo desee, reciba gratuitamente el agua de la vida.


Estoy celoso de ustedes, y son celos de Dios, pues los he ofrecido a Cristo como una joven virgen a la que yo he desposado con el único esposo.


¡La voz de mi amado! Miren cómo viene saltando por los montes,


De lejos Yavé se le apareció: 'Con amor eterno te he amado, por eso prolongaré mi cariño hacia ti.


Yo dormía, pero mi corazón estaba despierto. Oí la voz de mi amado que me llamaba: 'Abreme, hermana mía, compañera mía, paloma mía, preciosa mía; que mi cabeza está cubierta de rocío, y mis cabellos, de la humedad de la noche.


Quiero escuchar lo que dice el Señor, pues Dios habla de paz a su pueblo y a sus servidores, con tal que en su locura no recaigan.


Habló el Dios de Israel, dijo la roca de Israel: Un justo que es conductor de hombres, que los guía con el temor de Dios,


Jesús, al irse de allí, vio a un hombre llamado Mateo en su puesto de cobrador de impuestos, y le dijo: 'Sígueme. Mateo se levantó y lo siguió.


Como yegua uncida al carro de Faraón, así eres a mis ojos, amada mía.


¡Oh mi amor, ¡qué bella eres, qué bella eres con esos ojos de paloma!


Acaba de pasar el invierno, y las lluvias ya han cesado y se han ido.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម