Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Apocalipsis 11:2 - Biblia Católica (Latinoamericana)

2 No midas el patio exterior ni lo tomes en cuenta, pues ha sido entregado a los paganos, quienes pisotearán la Ciudad Santa durante cuarenta y dos meses.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

2 Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 pero no midas el atrio exterior porque ha sido entregado a las naciones, las cuales pisotearán la ciudad santa durante cuarenta y dos meses.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

2 pero el atrio del santuario déjalo fuera° y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles, y ellos hollarán la ciudad santa° durante cuarenta y dos meses.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 El atrio exterior del templo déjalo aparte y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles, que pisotearán la ciudad santa durante cuarenta y dos meses.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Pero el patio que está fuera del templo, déjalo aparte, y no lo midas, porque es dado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Apocalipsis 11:2
32 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

mientras la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar que Dios le ha preparado. Allí la alimentarán durante mil doscientos sesenta días.


Morirán al filo de la espada, serán llevados prisioneros a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por las naciones hasta que se cumplan los tiempos de las naciones.


Insultará al Altísimo, perseguirá a los santos del Altísimo, tratará de cambiar el calendario y la Ley; los santos quedarán sometidos a su poder por un tiempo, dos tiempos y la mitad de un tiempo.


Yo enviaré a mis dos testigos vestidos con ropa de penitencia para que proclamen mi palabra durante mil doscientos sesenta días.


El hombre vestido de lino que estaba por encima de las aguas del río levantó entonces sus dos manos al cielo y le oí que hacía este juramento por el que vive eternamente: 'Todo se realizará en un tiempo, dos tiempos y un medio tiempo. Todas estas cosas se cumplirán cuando el pueblo santo esté completamente aplastado y sin fuerzas.


Y vi a la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia que se adorna para recibir a su esposo.


¡Despierta, despierta, levántate, Sión! Vístete de fiesta, Jerusalén, Ciudad Santa. Ya no volverá a entrar en ti ni el incircunciso ni el impuro.


Y si alguno quita algo a las palabras de este libro profético, Dios le quitará su parte en el árbol de la vida y en la Ciudad Santa descritos en este libro.


Estas salieron de las sepulturas después de la resurrección de Jesús, fueron a la Ciudad Santa y se aparecieron a mucha gente.


Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal deja de ser sal, ¿cómo podrá ser salada de nuevo? Ya no sirve para nada, por lo que se tira afuera y es pisoteada por la gente.


Después el diablo lo llevó a la Ciudad Santa y lo puso en la parte más alta de la muralla del Templo.


Alcanzó el ejército de los cielos e hizo caer a la tierra una parte de él como estrellas a las que pisoteó.


Así midió los cuatro lados; un muro de quinientas varas a lo largo y a lo ancho separaba lo sagrado de lo profano.


Pero pasados los tres días y medio, un espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos y se pusieron de pie, lo que provocó gran espanto entre los mirones.


¿Qué pasará entonces con el que pisoteó al Hijo de Dios? ¿Qué castigo merecerá, según ustedes, el que ha profanado la sangre de la alianza con la cual fue santificado y ha insultado al Espíritu, don de Dios?


Quería además saber la verdad respecto al cuarto animal, tan diferente a los demás y tan horrible con sus dientes de hierro y sus garras de bronce, que devoraba, trituraba y luego pisoteaba todo lo que quedaba.


El invasor tomó todos sus tesoros; ella vio entrar a los paganos en su santuario; a quienes tú habías prohibido entraron en tus asambleas.


Ustedes llevan el nombre de la Ciudad Santa y confían en el Dios de su Padre Israel, cuyo nombre es Yavé de los Ejércitos,.


Oh Dios, los paganos han entrado en tu heredad, han profanado tu santuario, y a Jerusalén la han dejado en ruinas.


Ustedes emplearon cuarenta días en recorrer el país; pues bien, cada día equivaldrá a un año. Cargarán con el peso de su pecado durante cuarenta años y sabrán lo que es mi cólera.


Déjenme que les diga lo que voy a hacer con mi viña: le quitaré la cerca, para que la puedan saquear; se convertirá en maleza para el fuego;'


Cuando estos días se hayan cumplido, te acostarás sobre el lado derecho y esta vez soportarás el pecado de la casa de Judá, serán cuarenta días; te he sacado la cuenta a un día por año.


Oí entonces a un Santo que hablaba y a otro Santo que le hizo esta pregunta: '¿Hasta cuándo durará lo que anuncia esta visión: el sacrificio perpetuo suprimido, la Abominación erigida y el lugar santo y el ejército pisoteados?'


Le respondió: 'Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; entonces será restablecido el lugar santo como corresponde'.


Me trasladó en espíritu a un cerro muy grande y elevado y me mostró la Ciudad Santa de Jerusalén, que bajaba del cielo de junto a Dios,


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម