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Apocalipsis 11:17 - Biblia Católica (Latinoamericana)

17 diciendo: Te damos gracias, Señor Dios, Todopoderoso, el que eres y que eras, porque has empezado a reinar, valiéndote de tu poder invencible.

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Biblia Reina Valera 1960

17 diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 diciendo: «Te damos gracias, Señor Dios, el Todopoderoso, el que es y que siempre fue, porque ahora has tomado tu gran poder y has comenzado a reinar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 diciendo: Te damos gracias, Señor Dios, Todopoderoso, el que eres y el que eras,° porque has tomado tu gran poder y asumiste el reino.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 diciendo: 'Te damos gracias, Señor, Dios todopoderoso, el que es y el que era, porque has recobrado tu gran poder, y has comenzado a reinar.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 Diciendo: Te damos gracias, oh Señor Dios Todopoderoso, que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado.

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Apocalipsis 11:17
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Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, Aquel que Es, que era y que ha de venir, el Todopoderoso.


Y oí al ángel de las aguas que decía: 'Tú, el que eras y eres, el Santo, eres justo al castigarlos de este modo,


Y oí el ruido de una multitud inmensa como el ruido del estruendo de las olas, como el fragor de fuertes truenos. Y decían: Aleluya. Ahora reina el Señor Dios, el Todopoderoso.


Juan, a las siete Iglesias de Asia. Reciban gracia y paz de parte de Aquel que Es, que era y que viene, y de parte de los siete espíritus que están ante su trono,


Vi el cielo abierto y apareció un caballo blanco. El que lo monta se llama 'Fiel' y 'Veraz'. Es el que juzga y lucha con justicia.


Entonces oí otro grito que venía del altar: 'Sí, Señor y Dios, Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos.


¡Señor, levántate, muestra tu poder y cantaremos con salmos tus proezas!


Estos son espíritus diabólicos que pueden hacer milagros, y se dirigen a los reyes del mundo entero para convocarlos para la batalla del gran día de Dios, el Todopoderoso.


Estos cantan el cántico de Moisés, servidor de Dios, y el cántico del Cordero: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios, Todopoderoso. Justicia y verdad guían tus pasos, oh Rey de las naciones.


Tocó el séptimo ángel su trompeta; entonces resonaron grandes voces en el cielo: 'Ahora el mundo ha pasado a ser reino de nuestro Dios y de su Cristo. Sí, reinará por los siglos de los siglos.


Doy gracias al que me da la fuerza, a Cristo Jesús, nuestro Señor, por la confianza que tuvo al hacer de mí su encargado.


En ese momento Jesús se llenó del gozo del Espíritu Santo y dijo: 'Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos y se las has dado a conocer a los pequeñitos. Sí, Padre, pues tal ha sido tu voluntad.


En aquella ocasión Jesús exclamó: 'Yo te alabo, Padre, Señor del Cielo y de la tierra, porque has mantenido ocultas estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, pues así fue de tu agrado.


Muéstrate, oh Dios, por encima de los cielos, y que brille tu gloria en toda la tierra.


Tenía Abram noventa y nueve años, cuando se le apareció Yavé y le dijo: 'Yo soy el Dios de las Alturas. Camina en mi presencia y sé perfecto.


Sí, ¡gracias sean dadas a Dios por su don, que nadie sabría expresar!


Cuando Daniel supo que había sido firmado ese decreto, entró en su casa; su pieza estaba en el segundo piso y las ventanas daban a Jerusalén. Tres veces al día Daniel se ponía de rodillas, oraba y alababa a Dios como lo había hecho siempre.


Yavé, el Santo, se ha arremangado su brazo a la vista de las naciones, y han visto, hasta los extremos del mundo, la salvación de nuestro Dios.


Gracias sean dadas a Dios, que siempre nos lleva en el desfile victorioso de Cristo y que por nuestro ministerio difunde por todas partes su conocimiento cual fragancia de incienso.


Y quitaron la piedra. Jesús levantó los ojos al cielo y exclamó: 'Te doy gracias, Padre, porque me has escuchado.


Dios de mis padres, te alabo y te glorifico porque me has dado la sabiduría y la fuerza, y porque acabas de darme a conocer lo que te habíamos pedido: nos has revelado el secreto del rey'. '


Por eso, y en un solo día, caerán sobre ella sus plagas: muerte, lamentos y hambre, y quedará consumida por el fuego; pues poderoso es su juez, que es Dios, el Señor.


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