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Amós 4:5 - Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Quemen, para dar gracias, panes sin levadura, y anuncien a los cuatro vientos sus ofrendas voluntarias, pues eso les gusta a ustedes, hijos de Israel, dice el Señor Yavé.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Y ofreced sacrificio de alabanza con pan leudado, y proclamad, publicad ofrendas voluntarias, pues que así lo queréis, hijos de Israel, dice Jehová el Señor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Presenten su pan hecho con levadura como una ofrenda de gratitud. ¡Luego entreguen sus ofrendas voluntarias para poder jactarse de ello en todas partes! Este es el tipo de cosas que a ustedes, israelitas, les encanta hacer», dice el Señor Soberano.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Quemad° pan leudado en acciones de gracia. Pregonad y proclamad las ofrendas voluntarias, Pues que así lo deseáis, oh hijos de Israel. Dice Adonay YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Quemad levadura como acción de gracias y pregonad a voz en grito ofrendas voluntarias, puesto que así lo queréis, hijos de Israel -oráculo del Señor Yahveh-.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Y ofreced sacrificio de acción de gracias con levadura, y pregonad y publicad ofrendas voluntarias; pues que así lo queréis, oh hijos de Israel, dice Jehová el Señor.

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Amós 4:5
19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Israel fue para mí como uva silvestre encontrada en el desierto, y sus padres me parecieron como si fueran las primeras brevas; pero no bien habían llegado a Baal-Peor, se vendieron al ídolo y se hicieron tan aborrecibles como el ídolo que amaban.


Los dejé, pues, que siguieran sus caprichos y caminaran según su parecer.


Cuando ayudes a un necesitado, no lo publiques al son de trompetas; no imites a los que dan espectáculo en las sinagogas y en las calles, para que los hombres los alaben. Yo se lo digo: ellos han recibido ya su premio.


No te alegres, Israel, no te regocijes como las naciones paganas, porque tú has traicionado a tu Dios y, con tal de que te dieran algo, te entregabas en cualquiera era donde se trillara.


Ya que juzgaron inútil conocer a Dios, Dios a su vez los abandonó a los errores de su propio juicio, de tal modo que hacen absolutamente todo lo que es malo.


¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, que son unos hipócritas! Ustedes pagan el diezmo hasta sobre la menta, el anís y el comino, pero no cumplen la Ley en lo que realmente tiene peso: la justicia, la misericordia y la fe. Ahí está lo que ustedes debían poner por obra, sin descartar lo otro.


El culto que me rinden no sirve de nada, las doctrinas que enseñan no son más que mandatos de hombres.


Traerán de sus casas, para ofrecerlos, dos panes de dos décimas de flor de harina cocidos con levadura: éstas serán sus primicias para Yavé.


Ustedes roban, matan, toman la esposa del prójimo, juran en falso u ofrecen sacrificios a otros dioses, que no son de ustedes...


Y luego vienen a presentarse ante mí, en este Templo que lleva mi Nombre, y dicen: '¡Aquí estaremos seguros después de cometer tantas maldades!'


Yo odio y aborrezco sus fiestas y no me agradan sus celebraciones.


Por más que me ofrezcan víctimas consumidas por el fuego, no me gustan sus ofrendas ni me llaman la atención sus sacrificios.


En los tiempos de Ozías, Jotam, Ajaz y Ezequías, reyes de Judá, Isaías, hijo de Amós, tuvo esta visión acerca de Judá y Jerusalén.


¿Por qué tantos sacrificios en mi honor? -dice Yavé. Ya estoy saciado de sus animales, de la grasa de sus terneros. No me agrada la sangre de sus novillos, de sus corderos y chivos.


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