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2 Tesalonicenses 1:9 - Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Serán condenados a la perdición eterna, lejos del rostro del Señor y de su Gloria irresistible.

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Biblia Reina Valera 1960

9 los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Serán castigados con destrucción eterna, separados para siempre del Señor y de su glorioso poder.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 los cuales pagarán la pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor, y de su glorioso poder;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Estos tales padecerán el castigo de la ruina eterna, alejados de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 los cuales serán castigados con eterna destrucción de la presencia del Señor, y de la gloria de su poder,

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2 Tesalonicenses 1:9
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Dirá después a los que estén a la izquierda: '¡Malditos, aléjense de mí y vayan al fuego eterno, que ha sido preparado para el diablo y para sus ángeles!'


Entonces se manifestará el adversario, a quien el Señor ha de barrer con el soplo de su boca y al que derribará cuando venga en su gloria.


Y éstos irán a un suplicio eterno, y los buenos a la vida eterna.


Pero para los cobardes, los renegados, los corrompidos, los asesinos, los impuros, los hechiceros, los idólatras, en una palabra, para todos los falsos, su lugar y su parte es el lago que arde con fuego de azufre, que es la segunda muerte.


y se esconderá en las rocas o detrás de las piedras, para no ver la cara de Yavé, que da miedo o que brilla majestuosa, cuando él aparezca para hacer temblar la tierra.


La perdición los espera; su Dios es el vientre, y se sienten muy orgullosos de cosas que deberían avergonzarlos. No piensan más que en las cosas de la tierra.


Sepan que el Hijo del Hombre vendrá con la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles, y entonces recompensará a cada uno según su conducta.


Entonces yo les diré claramente: Nunca les conocí. ¡Aléjense de mí ustedes que hacen el mal!


Después la Muerte y el Lugar de los muertos fueron arrojados al lago de fuego: este lago de fuego es la segunda muerte.


Del mismo modo ahora la palabra de Dios es la que conserva nuestro cielo y nuestra tierra, pero serán destruidos por el fuego el día del Juicio, cuando los impíos también sean destruidos.


Pero él les dirá de nuevo: No sé de dónde son ustedes. ¡Aléjense de mí todos los malhechores!


y, al salir, verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí. El gusano que los devora no morirá, y el fuego que los quema no se apagará, y todos se sentirán horrorizados al verlos.


Irán a meterse entre las rocas, y en los huecos de la tierra, para no ver la cara de Yavé, que da miedo o que brilla majestuosa, cuando él aparezca para hacer temblar la tierra.


Métete entre las rocas, escóndete en el polvo, para no ver la cara de Yavé, que da miedo o que brilla majestuosa, cuando él aparezca para hacer temblar la tierra.


Entonces el rey dijo a sus servidores: 'Atenlo de pies y manos y échenlo a las tinieblas de fuera. Allí será el llorar y el rechinar de dientes'.


Muchos de los que duermen en el lugar del polvo despertarán, unos para la vida eterna, otros para vergüenza y horror eternos.


En Sión, los pecadores se han espantado y los impíos han sido presa del pánico: '¿Quién de nosotros podrá resistir ese fuego devorador, quién convivirá con llamas que nunca se apagan?'


Caín se fue de la presencia de Yavé y habitó en el país de Nod, al oriente del Edén.


Oyeron después la voz de Yavé Dios que se paseaba por el jardín, a la hora de la brisa de la tarde. El hombre y su mujer se escondieron entre los árboles del jardín para que Yavé Dios no los viera.


Luego vi un trono grande y espléndido y a uno que estaba sentado en él; el cielo y la tierra huyeron al verlo sin que quedaran huellas de ellos.


olas embravecidas del mar que arrojan la espuma de sus vicios; estrellas errantes a las que esperan las tinieblas eternas.


¿Qué pasará entonces con el que pisoteó al Hijo de Dios? ¿Qué castigo merecerá, según ustedes, el que ha profanado la sangre de la alianza con la cual fue santificado y ha insultado al Espíritu, don de Dios?


Ahora nos queda aguardar la feliz esperanza, la manifestación gloriosa de nuestro magnífico Dios y Salvador, Cristo Jesús,


Aparta tu semblante de mis faltas, borra en mí todo rastro de malicia.


Fuera los perros, los hechiceros, los impuros, los asesinos, los idólatras y todos los que aman y practican la mentira.


Son fuentes sin agua, nubes arrastradas por el huracán, que se convierten en densas tinieblas.


Cuando todos se sientan en paz y seguridad, les caerá de repente la catástrofe encima, lo mismo que llegan los dolores de parto a la mujer embarazada, y nadie podrá escapar.


Más tarde Jesús se encontró con él en el Templo y le dijo: 'Ahora estás sano, pero no vuelvas a pecar, no sea que te suceda algo peor.


El Hijo del Hombre se va, como dicen las Escrituras, pero ¡pobre de aquel que entrega al Hijo del Hombre! ¡Sería mejor para él no haber nacido!'


Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre. Mientras todas las razas de la tierra se golpearán el pecho, verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo con el poder divino y la plenitud de la gloria.


Los que decían a Dios: '¡Apártate de nosotros!'


Y éstos eran los que decían a Dios: '¡Apártate! no queremos conocer tus caminos.


Yavé ha salido del Sinaí; para ellos se ha levantado sobre el horizonte de Seír; resplandeció desde el monte Parán; para ellos llegó a Meriba de Cadés acompañado de sus ángeles.


rebeldes y pecadores serán destrozados y aquellos que se alejen de Yavé, perecerán.


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