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2 Samuel 22:51 - Biblia Católica (Latinoamericana)

51 Le da a su rey victoria tras victoria, y sigue con sus favores a su ungido, a David y a su raza para siempre'.

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Biblia Reina Valera 1960

51 Él salva gloriosamente a su rey, Y usa de misericordia para con su ungido, A David y a su descendencia para siempre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

51 Le das grandes victorias a tu rey; le muestras inagotable amor a tu ungido, a David y a todos sus descendientes para siempre».

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La Biblia Textual 3a Edicion

51 Que salva maravillosamente a su rey, Y muestra misericordia a su ungido: ¡A David y a su simiente para siempre!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

51 el que otorga a su rey grandes victorias y dispensa su amor a su ungido, a David y a su estirpe para siempre'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

51 Él es la torre de salvación para su rey, y hace misericordia a su ungido, a David, y a su simiente, para siempre.

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2 Samuel 22:51
18 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

a ti que das a los reyes la victoria, que salvas a David, tu servidor de la espada que mata (11).


Estableceré su descendencia para siempre, y haré que su trono dure como los cielos.


Encontré a David mi servidor, y lo ungí con óleo santo,


tú que a tu rey das victoria tras victoria, y sigues con tus favores a tu ungido, a David y a su descendencia para siempre.


Tocó el séptimo ángel su trompeta; entonces resonaron grandes voces en el cielo: 'Ahora el mundo ha pasado a ser reino de nuestro Dios y de su Cristo. Sí, reinará por los siglos de los siglos.


sino que servirán a Yavé, su Dios, y a David, el rey que yo les pondré.


dile al Señor: 'Mi amparo, mi refugio, mi Dios, en quien yo pongo mi confianza'.


Su descendencia durará para siempre, su trono como el sol se mantendrá ante mí.


El me podrá invocar: '¡Tú eres mi Padre, mi Dios y la roca donde me refugio!'


Dentro de sus torreones está Dios, se ha revelado como su baluarte.


Señor, tu fuerza regocija al rey: ¡cómo se alegra si tú lo haces triunfar!


Mas tú, Señor, eres mi escudo, mi gloria, el que levanta mi cabeza.


Yavé es mi roca, y mi fortaleza, mi salvador y mi Dios.


Mi fidelidad y mi amor lo acompañarán, mi Nombre le asegurará la victoria.


Tu casa y tu realeza estarán para siempre ante mí, tu trono será firme para siempre'.


Estas fueron las últimas palabras de David: 'Oráculo de David, hijo de Jesé, oráculo del que fue puesto en lo más alto, del hombre que consagró el Dios de Jacob, del que cantaba los salmos de Israel.


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