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2 Reyes 7:2 - Biblia Católica (Latinoamericana)

2 El oficial en cuyo brazo se apoyaba el rey dijo al hombre de Dios: '¡Aunque Yavé abriera las ventanas del cielo, eso no ocurriría!' Eliseo le dijo: 'Muy bien, tú lo verás con tus ojos, pero no comerás!'

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Biblia Reina Valera 1960

2 Y un príncipe sobre cuyo brazo el rey se apoyaba, respondió al varón de Dios, y dijo: Si Jehová hiciese ahora ventanas en el cielo, ¿sería esto así? Y él dijo: He aquí tú lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 El funcionario que atendía al rey le dijo al hombre de Dios: —¡Eso sería imposible aunque el Señor abriera las ventanas del cielo! Pero Eliseo le respondió: —¡Lo verás con tus propios ojos, pero no podrás comer nada de eso!

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Entonces, el capitán° sobre cuya mano se apoyaba el rey, respondió al varón de Dios° diciendo: Aun haciendo YHVH ventanas en los cielos, ¿sucederá tal cosa? Y él respondió: He aquí lo verás con tus propios ojos, pero no comerás de ello.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Pero el oficial, sobre cuyo brazo se apoyaba el rey, contestó al varón de Dios: 'Aunque Yahveh hiciera ventanas en el cielo, ¿podría suceder tal cosa?'. Respondió Eliseo: 'Con tus propios ojos lo verás, pero no lo comerás'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Y un príncipe sobre cuya mano el rey se apoyaba, respondió al varón de Dios, y dijo: Mira, si Jehová hiciese ahora ventanas en el cielo, ¿sería esto así? Y él dijo: He aquí tú lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello.

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2 Reyes 7:2
17 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Entreguen, pues, la décima parte de todo lo que tienen al tesoro del templo, para que haya alimentos en mi casa. Traten después de probarme, dice Yavé de los ejércitos, para ver si les abro las compuertas del cielo o si derramo para ustedes la lluvia bendita hasta la última gota.


Cuando Noé contaba seiscientos años de vida, el día diecisiete del segundo mes del año, brotaron todos los manantiales del fondo del mar, mientras se abrían las compuertas del cielo.


Si somos infieles, él permanece fiel, pues no puede desmentirse a sí mismo.


Es verdad que algunos de ellos no le respondieron, pero ¿hará su infidelidad que Dios no sea fiel? ¡Ni pensarlo!


Nuevamente tentaron a su Dios y enojaron al Santo de Israel.


Samaria es la capital de Efraím, y el hijo de Romelía es sólo jefe de Samaria. (Pues bien, dentro de cinco o seis años Efraím será destruido, dejará de ser un pueblo.) Pero si ustedes no creen, no permanecerán.


Al día siguiente se levantaron temprano y salieron al desierto de Tecoa. Mientras iban saliendo, Josafat, puesto en pie, dijo: 'Escuchen, Judá y habitantes de Jerusalén, tengan confianza en Yavé su Dios y estarán seguros, tengan confianza en sus profetas y triunfarán.


Sin embargo que Yavé perdone a este su servidor, pues cuando mi señor entra en el templo de Rimmón para postrarse, se apoya en mi brazo y yo tengo que postrarme junto con él en el templo de Rimmón. Que Yavé se digne perdonar esto a tu servidor'.


pero sube a la cumbre del Pisga y desde allí mira al oeste y al norte, al sur y al oriente. Tú verás la tierra, pero no pasarás ese Jordán.


Yo castigaré a Semaías de Nejelam y a su familia. Ninguno de los suyos habitará en medio de este pueblo ni verá el bien que voy a hacer a mi pueblo, dice Yavé, porque ha empujado a mi pueblo a la desobediencia contra Yavé.


Todo el pueblo viene a mí para decirme: ¡Danos carne, queremos comerla! Pero, ¿de dónde voy a sacar carne para dársela?


Dios no es un hombre para que mienta, ni es un hijo de hombre para volver atrás. ¿Dice él algo sin que lo haga? ¿O habla sin que actúe?


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