Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





2 Reyes 7:10 - Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Regresaron a la ciudad, llamaron a los guardias de la puerta y les contaron: 'Fuimos al campamento de los arameos y no hay nadie, ninguna presencia humana, sino sólo los caballos y los burros atados y las tiendas tales como las dejaron'.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

10 Vinieron, pues, y gritaron a los guardas de la puerta de la ciudad, y les declararon, diciendo: Nosotros fuimos al campamento de los sirios, y he aquí que no había allí nadie, ni voz de hombre, sino caballos atados, asnos también atados, y el campamento intacto.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Así que regresaron a la ciudad e informaron a los porteros lo que había sucedido. «Salimos al campamento arameo —dijeron—, ¡y allí no había nadie! Los caballos y los burros estaban atados, y todas las carpas estaban en orden, ¡pero no había ni una sola persona!».

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

10 Y fueron y llamaron al centinela° de la ciudad, y les° informaron, diciendo: Hemos ido al campamento de los sirios, y he aquí, no hay allí hombre, ni voz alguna de hombre, sino caballos y asnos atados, y las tiendas intactas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Llegaron, pues, empezaron a gritar a los centinelas de la ciudad y les dieron la noticia: 'Hemos ido al campamento de los arameos y allí no hay nadie ni se oye voz humana; sólo los caballos y los asnos atados, y las tiendas intactas'.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Y vinieron, y dieron voces a los guardas de la puerta de la ciudad, y les declararon, diciendo: Nosotros fuimos al campamento de los sirios, y he aquí que no había allí hombre, ni voz de hombre, sino caballos atados, asnos también atados, y las tiendas como estaban.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




2 Reyes 7:10
9 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Si el Señor no construye la casa en vano trabajan los albañiles; si el Señor no protege la ciudad, en vano vigila el centinela.


Los porteros gritaron y llegó la noticia al palacio del rey.


Mientras se acercaba el hombre, el centinela divisó a otro que corría detrás, llamó al portero y le dijo: 'Hay otro hombre que también viene corriendo solo'. El rey dijo: 'También ese trae buenas noticias'.


Entonces se dijeron unos a otros: ' Lo que hacemos no está bien, porque hoy es un día de buena noticia y no decimos nada. Si esperamos hasta que salga el sol, no nos irá bien. Vayamos pues a llevar la noticia al palacio del rey'.


Con ellos a sus hermanos de segundo orden: Zacarías, Aziel, Semiramot, Jejiel, Uní, Eliab, Bananías, Maseías, Matatías, Elifele, Micneas, Obededom y Jeiel, porteros.


y a Obededom, hijo de Jedutún, y a Josá, como porteros.


Puso porteros junto a las puertas de la Casa de Yavé para que no entrara ninguno que por cualquier causa fuera impuro.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម