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2 Reyes 24:3 - Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Todo eso pasó por orden de Yavé. El quería apartar a Judá lejos de sí a causa de los pecados de Manasés,

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Biblia Reina Valera 1960

3 Ciertamente vino esto contra Judá por mandato de Jehová, para quitarla de su presencia, por los pecados de Manasés, y por todo lo que él hizo;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Estas calamidades le sucedieron a Judá por orden del Señor. Él había decidido expulsar a Judá de su presencia debido a los muchos pecados de Manasés,

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Ciertamente por mandato de YHVH sucedió esto contra Judá, para quitarlos de su presencia por los pecados de Manasés, en conformidad con todo lo que él había hecho,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Esto sobrevino a Judá sólo por disposición de Yahveh, para apartarlo de su presencia, a causa de los pecados de Manasés, por todo lo que había hecho,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Ciertamente vino esto contra Judá por mandato de Jehová, para quitarla de su presencia, por los pecados de Manasés, conforme a todo lo que él hizo;

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2 Reyes 24:3
27 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

yo, por voluntad de Yavé, subía hasta este lugar para devastarlo. Yavé, en efecto, me dijo: '¡Ataca a ese país y devástalo!'


Ustedes son de los que dicen: 'Levántense y caminen, pues aquí no se descansa. Debido a sus pecados irán amarrados al cautiverio.


¿Se levanta del suelo una trampa antes de que haya caído algo? ¿Resuena la trompeta en una ciudad sin que se alarme toda la población? ¿Sucede alguna desgracia en un pueblo sin que venga del Señor?


Yo soy Yavé, y no hay otro más; yo enciendo la luz y creo las tinieblas, yo hago la felicidad y provoco la desgracia, yo, Yavé, soy el que hace todo esto.


Mientras él le hablaba, Amasías lo interrumpió: '¿Acaso te hemos hecho consejero del rey? ¡Cállate!, no sea que yo dé la orden de matarte. Entonces el profeta terminó con estas palabras: 'Ya veo que Dios ha determinado destruirte, porque después de actuar así no quieres escuchar mis advertencias.


pues aunque el ejército de los arameos había venido con poca gente, Yavé entregó en sus manos a un ejército muy grande; porque habían abandonado a Yavé, el Dios de sus padres. De este modo los arameos hicieron justicia con Joás.


Por eso, así como se realizaron todas las promesas de Yavé su Dios respecto a ustedes, de igual forma Yavé realizará en contra de ustedes todas sus amenazas hasta exterminarlos de esta buena tierra que les dio.


Las cosas secretas pertenecen a Yavé, nuestro Dios, pero las que nos dio a conocer nos comprometen, a nosotros y nuestros hijos para siempre, y tenemos que poner en práctica todas las disposiciones de esta Ley.


Sucederá, pues, que de la misma manera que Yavé se complacía en hacerles el bien y en multiplicarlos, así se complacerá en perseguirlos y destruirlos. Serán arrancados de la tierra en la que entran para conquistarla.


No te postres ante esos dioses, ni les sirvas, porque yo, Yavé, tu Dios, soy un Dios celoso. Yo pido cuentas a hijos, nietos y biznietos por la maldad de sus padres que no me quisieron.


Ustedes quisieron hacerme daño, pero Dios quiso convertirlo en bien para que se realizara lo que hoy ven: conservar la vida de un pueblo numeroso.


Esta ciudad ha sido el blanco de mi rabia y furor desde el día en que la edificaron hasta el día de hoy, y tendré que venir a hacerla desaparecer de mi vista,


Este es el número de las personas que desterró Nabucodonosor: en el año séptimo: 3.023 judíos;'


Y ahora, esto dice Yavé: '¡Ay de la ciudad sanguinaria! Es una olla oxidada y el óxido no sale, vacíala pieza por pieza sin elegir.


Al final, Yavé se enojó con Israel y lo echó lejos. Unicamente quedó la tribu de Judá.


Por eso Yavé rechazó a toda la raza de Israel, los castigó, los entregó en manos de salteadores, y por último, los echó lejos de su presencia.


de tal modo que al último Yavé echó a Israel lejos de él, tal como lo había dicho por boca de todos sus servidores los profetas; Israel fue deportado a Asur lejos de su tierra hasta el día de hoy.


Además del pecado que Manasés hizo cometer a Judá, haciendo lo que es malo a los ojos de Yavé, derramó hasta tal punto la sangre inocente que Jerusalén quedó repleta de un extremo al otro.


Entonces la cólera de Yavé dirigió los acontecimientos para que al final echara lejos de sí a Jerusalén y a Judá: Sedecías se rebeló contra el rey de Babilonia.


Dale a conocer todos sus crímenes. Le comunicarás esta palabra de Yavé: Ay de esta ciudad, pues adelantó su hora con la sangre derramada en medio de ella, se volvió impura con los ídolos que se hizo.


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