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2 Reyes 19:3 - Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Le dijeron: 'Esto dice Ezequías: Este día es de desgracia, de castigo y de vergüenza. Los niños están a punto de nacer, pero falta fuerza para darlos a luz.

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Biblia Reina Valera 1960

3 para que le dijesen: Así ha dicho Ezequías: Este día es día de angustia, de reprensión y de blasfemia; porque los hijos están a punto de nacer, y la que da a luz no tiene fuerzas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Ellos le dijeron: «El rey Ezequías dice: “Hoy es un día de dificultad, insulto y deshonra. Es como cuando un niño está a punto de nacer, pero la madre no tiene fuerzas para dar a luz.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Y le dijeron: Así ha dicho Ezequías: ¡Hoy es día de angustia, de castigo y de blasfemia: los hijos están para salir del vientre,° pero no hay fuerzas para parirlos!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Y le dijeron: 'Así habla Ezequías: hoy es día de angustia, de castigo y de oprobio, porque han llegado los hijos al cuello del útero, pero no hay fuerzas para el alumbramiento.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Y le dijeron: Así ha dicho Ezequías: Este día es día de angustia, de reprensión y de blasfemia; porque los hijos están a punto de nacer, y la que da a luz no tiene fuerzas.

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2 Reyes 19:3
13 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Le llegan los dolores de parto y el niño está listo para nacer; mas no sale, pues es un hijo tarado.


Yavé dice: Si yo abro el seno materno, ¿podrá ser que no dé a luz? Pues yo soy el que abro el seno y también el que lo cierro.


Volveré a mi casa hasta que se reconozcan culpables y vengan a verme.


No endurezcan sus corazones como en Meribá, como en el día de Masá en el desierto,


Corriges al hombre cobrándole sus culpas, roes como polilla lo que más deseó. En verdad, el hombre es sólo un soplo.


¡Ezequías los engaña! Es incapaz de salvarlos de mis manos.


Después mandó donde el profeta Isaías, hijo de Amós, al mayordomo de palacio Elyaquim, al secretario Sobná y a los sacerdotes más ancianos, todos iban vestidos con sacos.


¡Que Yavé tu Dios oiga todas las palabras del copero mayor al que mandó el rey de Asur, su señor, para insultar al Dios vivo! ¡Que Yavé tu Dios castigue las palabras que ha oído! y tú eleva una oración por el resto que aún queda'.


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