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2 Reyes 1:2 - Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Ocozías se cayó desde la ventana de su segundo piso en Samaría, y como no se sintiera bien, envió a algunos hombres diciéndoles: 'Vayan a consultar a Baalcebub, dios de Ecrón, para saber si me sanaré de este mal'.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Y Ocozías cayó por la ventana de una sala de la casa que tenía en Samaria; y estando enfermo, envió mensajeros, y les dijo: Id y consultad a Baal-zebub dios de Ecrón, si he de sanar de esta mi enfermedad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Cierto día Ocozías, el nuevo rey de Israel, se cayó por la reja de la ventana de una habitación en el piso superior de su palacio en Samaria y quedó gravemente herido. Entonces envió mensajeros al templo de Baal-zebub, dios de Ecrón, para que consultaran si iba a recuperarse.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y Ocozías cayó por la ventana de su aposento alto en Samaria y se lastimó. Y envió mensajeros a los que dijo: Id y consultad a Baal-zebub, dios de Ecrón, si sanaré de esta enfermedad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Ocozías se cayó desde la baranda de la planta superior de su casa de Samaría y quedó maltrecho. Y envió unos mensajeros a quienes dijo: 'Id a consultar a Baal Zebub, dios de Ecrón, si podré sobrevivir a esta dolencia'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Y Ocozías cayó por las celosías de una sala de la casa que tenía en Samaria; y estando enfermo envió mensajeros, y les dijo: Id, y consultad a Baal-zebub, dios de Ecrón, si he de sanar de esta mi enfermedad.

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2 Reyes 1:2
25 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Le dijo a éste: 'Esto dice Yavé: ¡Debido a que enviaste mensajeros para consultar a Baalcebub, el dios de Ecrón, no te levantarás más de la cama donde estás acostado, sino que morirás, ya está decidido!'


Mientras tanto, unos maestros de la Ley que habían venido de Jerusalén decían: 'Está poseído por Belzebú, jefe de los demonios, y con su ayuda expulsa a los demonios.


Ya es mucho si el discípulo llega a ser como su maestro y el sirviente como su patrón. Si al dueño de casa lo han llamado demonio, ¡qué no dirán de los demás de la familia!


Y han echado al fuego a sus dioses, aunque no son dioses sino hechura de mano de hombre, de madera o de piedra, y por eso han sido destruidos.


Pero algunos de ellos dijeron: 'Este echa a los demonios con el poder de Belzebú, jefe de los demonios.


y ¿tú piensas que te vas a librar? ¿De qué les sirvieron sus dioses a las naciones que mis padres conquistaron, a Gozán, Jarán, Résef, y a los arameos de Tel-basar?


Respondieron: 'Un hombre salió a nuestro encuentro y nos dijo: Váyanse, regresen donde el rey que los envió, y repítan esta palabra de Yavé: ¿Así que ya no hay más Dios en Israel que vas a consultar a Baalcebub, el dios de Ecrón? ¡Por eso, no te levantarás de la cama en la que te has acostado, sino que morirás, ya está decidido!'


Pero el ángel de Yavé dijo a Elías de Tisbé: 'Levántate y sal al encuentro de los mensajeros del rey de Samaría. Les dirás: ¿Así que ya no hay más Dios en Israel que van a consultar a Baalcebub, el dios de Ecrón?'


Haré eso porque me abandonó, porque se postró delante de Astarté, la diosa de los sidonios, delante de Quemós, el dios de Moab, y delante de Milcom, el dios de los amorreos, porque no siguió por mis caminos para hacer lo que es justo a mis ojos, porque no obedeció mis leyes ni mis ordenanzas como David su padre.


Un joven, llamado Eutico, estaba sentado en el borde de la ventana, y como Pablo no terminaba de hablar, el sueño acabó por vencerle. Se durmió y se cayó desde el tercer piso al suelo. Lo recogieron muerto.


brincando por los cerros, mi amado, como una gacela o un cabrito. Ahora se detiene detrás de nuestra cerca, y se pone a mirar por las ventanas, a espiar por las rejas.


¿No es acaso la desgracia para el injusto y la prueba para los que actúan con maldad?


En ese preciso instante, un soldado disparó con su arco sin saber a quién e hirió al rey de Israel entre las correas y la coraza. El rey dijo al conductor de su carro: 'Da media vuelta y sácame de la pelea, porque estoy herido'.


Llévate diez panes, tortas y un frasco de miel, entrarás en su casa y él te dirá lo que sucederá con el niño'.


Enviaron entonces el arca de Dios a Ecrón; pero cuando el arca de Dios llegó a Ecrón, los habitantes de la ciudad se pusieron a gritar: '¡Nos han traído el arca del Dios de Israel para que perezcamos nosotros y nuestro pueblo!'


Si consideras tuyo lo que Quemós, tu dios, te dio, ¿por qué quieres arrebatarnos lo que Yavé nuestro Dios nos ha dado?


La madre de Sísera se asoma a la ventana, observa a través de la celosía: '¿Por qué, dice, tarda tanto en volver su carro? ¡Qué lentos son sus carros para volver!'


Yavé, has rechazado a tu pueblo, a los hijos de Jacob, porque su país está lleno de adivinos y de magos, como los hay entre los paganos, y se ven numerosos extranjeros.


y llegaba por la falda norte de Ecrón. Allí se volvía hacia Chicarón, pasaba por la montaña de Baal, y luego por Yabuel. La frontera terminaba en el mar.


Ajab se acostó con sus padres y en su lugar reinó su hijo Ocozías.


Abandonaron todos los mandamientos de Yavé, su Dios, y se hicieron ídolos de metal ¡sus dos terneros! Erigieron postes sagrados, se postraron ante todos los poderes del cielo, y sirvieron a Baal.


Egipto no sabrá qué hacer, echaré a perder su prudencia. Irán a consultar a los ídolos, a los adivinos, a los magos y a los brujos.


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