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2 Corintios 2:12 - Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Así, pues, llegué a Tróade para predicar el Evangelio de Cristo, y gracias al Señor se me abrió una puerta.

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Biblia Reina Valera 1960

12 Cuando llegué a Troas para predicar el evangelio de Cristo, aunque se me abrió puerta en el Señor,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Cuando llegué a la ciudad de Troas para predicar la Buena Noticia de Cristo, el Señor me abrió una puerta de oportunidad;

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Cuando fui a Troas para° el evangelio del Mesías, aunque me había sido abierta una puerta por el Señor,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Cuando llegué a Tróade para anunciar el evangelio de Cristo, aunque se me abrió una puerta en el Señor,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

12 Y cuando vine a Troas para predicar el evangelio de Cristo, y una puerta me fue abierta en el Señor,

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2 Corintios 2:12
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Atravesaron entonces Misia y bajaron a Tróade.


A su llegada reunieron a la Iglesia y les contaron todo lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo había abierto las puertas de la fe a los pueblos paganos.


oren también por nosotros, para que Dios nos dé palabras y pueda yo anunciar el misterio de Cristo. Por ese misterio estoy atado con cadenas;'


pues se me ha abierto allí una puerta muy grande y con muchas esperanzas, a pesar de que los enemigos son numerosos.


De Pablo, siervo de Cristo Jesús, apóstol por un llamado de Dios, escogido para el Evangelio de Dios.


Había bastantes lámparas encendidas en la pieza del piso superior donde estábamos reunidos.


Nos embarcamos en Tróade y navegamos rumbo a la isla de Samotracia; al día siguiente salimos para Neápolis.


Si otros compartieron lo que ustedes tenían, con mayor razón lo podíamos hacer nosotros, pero no hicimos uso de este derecho y lo soportamos todo para no crear obstáculos al Evangelio de Cristo.


El Señor ha ordenado, de igual manera, que los que anuncian el Evangelio vivan del Evangelio.


Pues ¿cómo podría alardear de que anuncio el Evangelio? Estoy obligado a hacerlo, y ¡pobre de mí si no proclamo el Evangelio!


Si a pesar de eso permanece oscuro el Evangelio que proclamamos, la oscuridad es para los que se pierden.


Se niegan a creer, porque el dios de este mundo los ha vuelto ciegos de entendimiento y no ven el resplandor del Evangelio glorioso de Cristo, que es imagen de Dios.


Con él enviamos a ese hermano que se ganó el aprecio de todas las Iglesias en la labor del Evangelio,


Este servicio será para ellos una prueba concreta: darán gracias a Dios porque ustedes son consecuentes con el evangelio de Cristo y saben compartir generosamente con ellos y con todos.


No nos entrometemos entre ustedes como aquellos que no han sabido cómo llegar, pues somos los que les llevamos el Evangelio de Cristo.


Ahora vienen a predicarles a otro Jesús, no como se lo predicamos, y les proponen un espíritu diferente del que recibieron, y un evangelio diferente del que abrazaron. ¡Y lo aceptan sin dificultad!


¿No habrá sido mi pecado el haberme rebajado para que ustedes crecieran? Yo les he entregado el Evangelio sin cobrarles nada.


y enviarles a Timoteo, hermano nuestro, que junto con nosotros trabaja con Dios por el Evangelio de Cristo. El debía fortalecerlos y animarlos en la fe


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